El jefe de gobierno italiano y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi gastó en 2010 unos 34 millones de euros en joyas, antigüedades, corbatas y sobre todo regalos para sus chicas, las llamadas “papi girls”, indicó ayer el diario Il Corriere della Sera.
El millonario político, de 74 años, desembolsó 120.000 euros para adquirir corbatas, bufandas y accesorios de la renombrada marca napolitana Marinella.
También compró 65.000 euros en joyas, según el resumen de gastos divulgado en el marco de la investigación judicial abierta contra Berlusconi por su presunta relación con una prostituta menor de edad, lo que en Italia es un delito.
El magnate de las comunicaciones alquiló por 675.000 euros un castillo cerca de Portofino y pagó 900.000 euros para gastos de luz y electricidad de su mansión en la isla caribeña de Antigua.
En tanto, otros 650.000 euros dejó en anticuarios y galerías de arte.
En el marco de la investigación judicial conocida como “Ruby Robacorazones”, por la relación del primer ministro con la joven marroquí Karima El Mahroug, fugada de un centro de menores y contratada para sus fiestas privadas, se supo que el jefe de gobierno solía premiar a las chicas con numerosos regalos.
Según el diario, Berlusconi gastó 562.000 euros para catorce “papi girls”, la mayoría prostitutas de lujo y estrellitas de la televisión, que solía invitar a sus fiestas privadas en Villa Arcore, su residencia de Milán.
Una de ellas, Angela Sozio, inmortalizada en varias fotos en su residencia veraniega de Cerdeña, recibió en una sola ocasión 100.000 euros.
Berlusconi, quien se define como un hombre muy generoso, obsequió con 40.000 euros a una de sus secretarias como regalo de bodas.
El abogado de Berlusconi, el diputado Niccolo Ghedini, condenó duramente la publicación de tales datos y la tildó de violación de la vida privada.
Igualmente negó haber recibido 441.000 euros en honorarios por defender a uno de los hombres más ricos de Europa, además de su salario como parlamentario italiano.
Berlusconi está acusado de prostitución de menores y abuso de poder y deberá comparecer el próximo 6 de abril ante un tribunal de Milán lo que podría significar el golpe final a su carrera política de 17 años que ha dominado la vida italiana.
El magnate rechaza indignado todas las acusaciones y sostiene que es víctima de una conspiración combinada de los comunistas, la magistratura y los medios de comunicación.
Comentarios