El Barcelona dará pruebas de “austeridad” tras haber obtenido un préstamo de 155 millones de euros, aunque dispondrá de unos 50 millones de euros al año para traer nuevos jugadores, indicó este jueves el club catalán.
El Barça anunció ayer que había conseguido un préstamo sindicado para hacer frente a los “problemas de tesorería” a corto plazo, si bien tiene un presupuesto anual que supera los 400 millones de euros.
El nuevo vicepresidente económico del club, Javier Faus, explicó en la página web institucional que el club puso en marcha un “plan de austeridad” con los bancos para poder acceder a esta préstamo por cinco años.
El club campeón de Liga si bien está en el centro de una “tormenta financiera”, sigue siendo “muy fuerte” financieramente y obtendrá sin problemas los beneficios anuales de 50 millones de euros que le permitirán reembolsar el préstamo.
Paralelamente, otros 50 millones de euros serán consagrados cada año a la compra de nuevos jugadores, añadió el responsable económico del club.
Ese sería el caso este verano (boreal). Hasta ahora el conjunto catalán mantuvo un equilibrio en sus operaciones de pases al comprar al goleador David Villa por algo menos de 40 millones de euros y vendiendo al centrocampista marfileño Touré Yaya por unos 30 millones, así como al defensor Dmitro Chygrynskiy por 15 millones.
La partida probable del delantero sueco Zlatan Ibrahimovic podría compensar una eventual compra del volante español Cesc Fábregas.
El nuevo presidente del Barça, Sandro Rosell, dijo haber encontrado “un club endeudado” cuando tomó funciones en julio, sucediendo a Joan Laporta.
El pase hacia los New York Red Bulls del francés Thierry Henry permitirá al Barça economizar una ficha de más de 10 millones de euros esta temporada, según los medios.
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