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Gavilla pesada

Banda del Mono: otra acusación

Sergio S., considerado líder de la organización que cometió al menos tres de los recientes golpes a bancos, y otros tres hombres fueron imputados por otro violento atraco, en un club de polo de Roldán, donde una víctima resultó herida de bala.


Cuatro hombres quedaron imputados como autores del asalto que sufrieron en marzo pasado los dueños de un exclusivo club de polo ubicado en Roldán. A su vez, una joven, quien había sido detenida a finales de julio último, firmó un juicio abreviado donde fue condenada a 3 años de prisión condicional, anteayer, como partícipe secundaria en ese asalto, donde una víctima fue baleada. Por el caso, los investigadores aún buscan a cuatro hombres, quienes también participaron del robo, atribuido a la llamada Banda del Mono, cuyo líder está acusado por tres recientes asaltos a bancos y también fue imputado en este caso.

Anteayer se realizaron dos instancias relacionadas con la causa que investiga el violento asalto ocurrido en el club de polo La Ilusión, ubicado sobre la ruta 9, en el kilómetro 317.

En la primera, se homologó el juicio abreviado a 3 años de prisión condicional para Romina Ojeda, como partícipe secundaria del asalto en Roldán. Las víctimas fueron los dueños, Federico e Iván R.; una empleada administrativa, quien resultó herida de un tiro; una pareja que estaba de visita con su hijo de 3 años; y un matrimonio y su hija de 16 años, quienes realizan tareas de mantenimiento en el lugar.

Romina Ojeda había sido apresada a finales de julio pasado en una vivienda de Chubut al 7600, en zona noroeste. La muchacha fue señalada por algunas víctimas en la rueda de reconocimiento y quedó imputada como coautora del asalto. A su vez, a principios de este mes, Romina hizo una ampliación de su declaración y anteayer se efectivizó el acuerdo donde su calificación cambió a partícipe secundaria.

El golpe al club de polo

En esta instancia, la muchacha reconoció su responsabilidad y relató que el 18 de marzo pasado, alrededor de las 10 de la mañana, se encontró con Víctor Martín M., de 37 y conocido como Ponja, quien fue detenido la semana pasada. De acuerdo con la exposición ventilada en la audiencia, Ponja le dijo que iban a ver un lugar –haciendo referencia a que irían elegir un blanco para cometer un asalto– y fueron hasta el club de polo de Roldán, donde también funciona un haras. Pasaron más de tres horas y, luego de darle las instrucciones, la joven se subió a una Duster junto al Ponja, Franco R., quien simularía ser su pareja; Sergio “Mono” C., sindicado líder de la banda, y Pablo “Gordo” R.

Por su parte, otros cuatro hombres los siguieron en un Fiat Siena. Cuando arribaron al lugar, Romina y Franco –según relató la mujer– se hicieron pasar como interesados en tomar clases de equitación, por lo que les franquearon la entrada. Una vez que la pareja ingresó, la banda –la mayoría de sus integrantes portaba armas de fuego y chalecos antibalas– irrumpió en la casa. En ese momento, estaban los dueños, los empleados y tres invitados, incluido un niño, quienes se disponían a almorzar. Una vez que reunieron a las víctimas en la sala principal, las ataron y comenzaron a exigir que les entregaran todo el efectivo con el que contaban, como también sus objetos personales, según la investigación. No conformes con el botín, uno de los asaltantes abrió fuego en el interior del comedor donde estaban las víctimas. Producto de la detonación fue herida de un tiro en la cadera Mariana G., una empleada de 32 años, aunque por fortuna el plomo le atravesó el cuerpo y no le produjo heridas de gravedad.

Ojeda describió que, al escuchar el tiro, se subió a la Duster y huyó mientras que los ocho asaltantes sustrajeron una camioneta Toyota y un auto de la misma marca de las víctimas para escapar debido a que, al poseer un handy policial, se enteraron de que la Policía había sido advertida del asalto, según se ventiló en la audiencia.

Franco R., de 24 años y uno de los señalados por Ojeda, cayó el 8 de julio a los pocos minutos de haberse cometido el golpe al banco Macro de Roldán, donde una banda huyó con el maletín de un cliente y la billetera de una clienta, sin poder acceder a las cajas. Ese día Franco fue apresado a pocos metros de la sucursal mientras iba en moto, vestido como cartero, y fue acusado de regar con clavos miguelito los 50 metros que separan la entidad de la comisaría. Por el golpe al club de polo había sido imputado por robo agravado por uso de arma de fuego.

La banda

Tras la ampliación de la declaración de Ojeda, se sumó una acusación por el asalto al club de polo al sindicado líder de la banda, el Mono C., de 29 años e imputado por los atracos al Credicoop de Pérez, al Macro de Roldán y al Municipal de Empalme Graneros; y también al Gordo R., de la misma edad, preso por este último golpe.

Otro integrante de la banda mencionado por Ojeda era el Ponja M., de 37 años, quien cayó en un allanamiento a uno de los departamentos de White al 7600 el miércoles pasado. La audiencia imputativa sobre estos tres sospechosos se realizó anteayer y estuvo presidida por el juez Juan Carlos Vienna, con intervención de la fiscal Georgina Pairola y los defensores Mariano Scaglia y Hernán Tasada por el Ponja; Leopoldo Monteil por el Mono, y Marcelo Piercecchi por el Gordo.

En la audiencia, los defensores plantearon la nulidad de la imputación debido a que momentos antes había sido homologado el abreviado de Ojeda. Estos abogados evaluaron la confesión como si se hubiera producido a cambio de mejorar la situación procesal. El magistrado no hizo lugar al pedido tras escuchar los fundamentos de la fiscal, quien remarcó que la declaración de la joven no es la única prueba que existe, sino que coincide con la que expusieron en su momento las víctimas, y adhirió a la imputación del trío bajo la calificación de coautor de robo calificado por el uso de arma de fuego y por lesiones y encubrimiento. A su vez, el Ponja fue el único al que se le hizo efectiva la prisión preventiva sin plazo, debido a que los otros tres ya están bajo medidas cautelares por otros robos.

En la instancia de anteayer, el Ponja y el Gordo hicieron uso de la palabra. El primero desmintió los dichos de la muchacha, de quien dijo que lo acusó por despecho, porque había entablado una relación extramatrimonial con ella que terminó mal. La defensa solicitó la absolución o la prisión domiciliaria debido a que posee una herida en la pierna, pedidos que fueron denegados. Mientras que el restante negó los cargos y aclaró que no vive más en la casa de barrio 7 de Septiembre donde se halló 150 municiones de diferentes calibres.

Los investigadores indicaron que aún faltan los resultados de peritajes sobre los celulares e identificar los cuatro hombres que se trasladaban en el Fiat Siena, que había sido robado en Fisherton, y de quienes la joven aseguró desconocer su identidad.

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