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Bajó el hambre en el mundo pero aun así es inadmisible

Se retrajo en casi un diez por ciento la cifra de 1.023 millones de mal nutridos del año pasado.

Por primera vez en quince años el número de personas que padecen hambre en el mundo descendió a 925 millones, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), una cifra que la entidad considera de todos modos “inadmisible”.

El número de hambrientos en el mundo, que el año pasado alcanzó la alarmante cifra de 1.023 millones, descendió en el 2010 un 9,6 por ciento, según la FAO, cuya sede central se encuentra en Roma.

Pero “no hay razón de alegrarse. Se trata de una cifra inaceptable”, comentó el director general de la entidad, Jacques Diouf, al difundir los datos en conferencia de prensa.

“Cada diez segundos un niño muere debido a la desnutrición. El hambre es la mayor tragedia de la humanidad, un escándalo”, agregó.

Según las estadísticas de la FAO, “el número de personas desnutridas en el mundo sigue siendo alto pese a que se registró un descenso esperado, el primero en quince años. La baja se explica gracias a una coyuntura económica favorable en el 2010”.

Para la entidad, contribuyó al descenso la baja de precios de los alimentos en los mercados internacionales y nacionales a partir del 2008.

La agencia especializada de Naciones Unidas estima que la cifra de 925 millones que padecen hambre y desnutrición en el mundo sigue siendo demasiado alta con respecto a las crisis alimentarias y económicas registradas antes de 2008, cuando llegaba a 850 millones.

La mayoría de las personas (98 por ciento) que padecen hambre residen en países en vía de desarrollo, recordó la FAO.

“El hecho de que cerca de mil millones de personas continúen siendo víctimas del hambre, aun después de que cesaron las crisis alimentarias y financieras recientes, significa que existe un serio problema estructural”, recalca la entidad.

“Es evidente que el crecimiento económico, aunque esencial, no será suficiente para eliminar el hambre en un plazo de tiempo aceptable”, reconoce la organización de la ONU.

 “El objetivo del milenio adoptado en el 2000 de reducir del 20 al 10 por ciento el número de hambrientos antes del 2015 no será alcanzado. No llegamos ni al 16 por ciento”, advirtió Diouf.

“Pero hay historias de éxito en África, Asia y Latinoamérica”, apuntó Diouf.

Según los datos de la FAO, en Latinoamérica y el Caribe, países tradicionalmente muy afectados por la desnutrición, como Guyana, Jamaica y Nicaragua han logrado respetar el objetivo del milenio y Brasil “se está acercando a ese objetivo”.

“Los gobiernos deben promover fuertes inversiones en el sector de la agricultura y extender los programas de ayuda social y seguridad”, pidió la FAO.

La región de Asia y Pacífico, la más afectada por el número de personas que padecen hambre, con 578 millones de personas, es también la zona que registra un descenso del 12 por ciento de hambrientos con respecto al 2009.

La situación en África subsahariana sigue siendo la más grave, con el 30 por ciento de la población que sufre hambre, según los datos de la FAO.

Dos tercios de los 925 millones de desnutridos se encuentran en Bangladesh, China, República Democrática de Congo, Etiopía, India, Indonesia y Pakistán.

En los cálculos no han sido contabilizadas las víctimas este año de las graves inundaciones en Pakistán ni del terremoto en Haití, precisó la FAO.

Para varias organizaciones no gubernamentales, como Oxfam, el descenso del hambre se debe “más a la suerte”, aunque consideran que “es posible reducir el número de hambrientos antes del 2015; sólo se necesita voluntad política”, comentó en un comunicado.

Para la organización ActionAid, es importante que los gobiernos recuerden que cuesta diez veces más ignorar el hambre que combatirla, ya que contribuyen con 450.000 millones de dólares por año.

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