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Atrapan a hombre vinculado con un asesinato en zona norte

Tiene 45 años, le dicen Pelado y cayó en el marco de la pesquisa por el crimen de Franco Altamirano, ocurrido en septiembre.


Un hombre de 45 años conocido como Pelado fue detenido a primera hora de ayer durante un allanamiento realizado en el barrio Empalme Graneros por su presunta participación en el homicidio de Franco Oscar Altamirano, alias Monito, de 19 años, asesinado a tiros en la puerta de un búnker de drogas de barrio Emaús a fines de septiembre pasado. El crimen, vinculado con ajustes de cuenta narco, generó una masiva protesta de vecinos que en las horas posteriores derribaron a mazazos el lugar, tras denunciar que contaba con protección policial.

Fuentes policiales indicaron que en las primeras horas de ayer se realizó un allanamiento en busca de Oscar P., de 45 años y conocido como Pela o Pelado, en un domicilio de Ayala Gauna al 7900 de Empalme Graneros. El hombre fue imputado por el homicidio de Altamirano y cuenta con dos antecedentes de vieja data –una tentativa de homicidio de 1997 y un hecho de amenazas de 2000– pero no tenía pedido de captura, según voceros del caso.

Las fuentes dijeron que la jueza de Instrucción 6ª Nominación, Raquel Cosgaya, ordenó que el sospechoso quedara detenido e incomunicado hasta mañana a la mañana, que será trasladado a sede judicial para ser indagado.

El hecho que se le imputa tuvo lugar a primera hora de la tarde del jueves 20 de septiembre pasado, en la esquina de Tarragona y Juan B. Justo, frente a un búnker de venta de drogas, que en los meses anteriores había sido desbaratado y tiempo antes escenario de otro homicidio, en el que perdió la vida un sobrino del Monito.

Fue un día de lluvia cuando la víctima se encontraba en la esquina mencionada con amigos y un hombre descendió de un vehículo color “rojo o bordó” con vidrios polarizados, lo roció a tiros y luego se volvió a subir al auto que conducía y se dio a la fuga. Tres tiros, en el codo, el muslo y el último en la espalda, dejaron al borde de la muerte al muchacho que perdió la vida poco después de ingresar al hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria.

En principio, los vecinos que demolieron el búnker, cansados de los tiroteos y muertes, acusaron por el crimen a dos habituales soldaditos, en su momento identificados por sus nombres y apodos, pero que hasta el momento no fueron detenidos por la Policía, y dijeron que al Monito lo mataron por “error”, ya que la bronca era con un primo suyo. Otras fuentes expresaron que el joven asesinado había sido “soldadito” de ese búnker y que lo ajustaron porque en el último tiempo se había alejado de la actividad ilícita.

“Al Monito lo mataron por equivocación; las balas eran para otro. Si bien en su momento laburaba para el Tuerto, hacía un tiempo que estaban separados”, había indicado los vecinos a El Ciudadano mientras demolían a mazazos el búnker de drogas ubicado en jurisdicción de la seccional 17ª.

Ese mismo lugar había sido allanado por la Policía tres meses antes, pero según los vecinos volvió a funcionar 48 horas después del paso de los uniformados. También había sido escenario de otro crimen de tintes mafiosos en agosto de 2011, cuando un certero disparo por la espalda terminó con la vida e Iván Bisbal, un adolescente de 14 años atacado en la misma esquina, que era sobrino del Monito. Tras el último asesinato los vecinos no tardaron en decir: “Iván le mejicaneaba droga al Tuerto y éste lo mandó a matar. Cayó un tipo a la noche y le disparó con una 9 (milímetros). Por supuesto, nunca pasó nada. Y la muerte del Mono tiene la firma del Tuerto”.

Ayer, la Policía no dio detalles sobre las sospechas que pesan sobre el Pelado y el crimen del Monito, aunque esgrimió que se basó en “información de calle”.

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