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Asesinan a un joven de un balazo en barrio Tablada

La víctima tenía 18 años. El ataque se dio en Chacabuco y bulevar Seguí cuando se encontraba con un grupo de amigos. El viernes había sido blanco de disparos el hermano menor del muchacho fallecido ayer.


“¿Así que vos me andabas buscando? A ver, plantate”. Esas fueron las últimas palabras que escuchó ayer a la mañana Mario David González, un joven de 18 años asesinado de un disparo por la espalda en la esquina de Chacabuco y bulevar Seguí. En los primeros minutos del viernes, su hermano menor, Facundo G., de 16 años, había recibido un disparo en el costado izquierdo del tórax en Spiro al 400, a pocas cuadras de donde ayer mataron a Mario. En el barrio susurran que el atacante de Facundo no tiene nada que ver con el homicida de su hermano mayor, quien sería pariente de un conocido hampón de la zona sur.

“Todo esto pasó entre las 8 y las 8.30. Estábamos con mi marido sentados en la vereda tomando mate. Dos muchachos en una moto gris pararon en la esquina adonde estaban sentados unos chicos”, reconstruyó una mujer de 52 años, quien aseguró que no pudo distinguir nada porque la situación la dejó en estado de shock.

“El que manejaba sacó un revólver. Apenas vimos el arma nos metimos adentro con mi esposo. Se escuchó un sólo disparo. En eso me acordé que los sillones estaban en la vereda”, prosiguió la mujer. “Estaba por llegar a la puerta de entrada cuando vi que un chico entraba tambaleando. Le salía sangre por la boca y se desvaneció en el pasillo. No puedo creer lo que pasó. Todavía estoy shockeada”, aseguró la propietaria de la casa de Chacabuco al 3600.

A pesar de que la primera reacción de los vecinos de la zona sur –acostumbrados a escuchar detonaciones a toda hora–, es sostener que no conocían a la víctima fatal –identificada como Mario David González, de 18 años– para que “después no se la agarren” con ellos, un murmullo se mantiene latente y de forma anónima sale a la luz con algunas versiones de lo que pasó.

“Facundo ahora está bien. Los que lo atacaron fueron unos que tienen una barrita en Cepeda”, deslizaron.

“Primero decían que pasaron dos en moto y dispararon. Pero no fue así. Dos pibes se bajaron de la moto en la esquina de Chacabuco al 3600 adonde estaban Marito y otros pibes. Uno les dijo «¿Así que vos me andabas buscando? A ver, plantate», y sacó el revólver”, contaron vecinos de la zona, quienes sindicaron al agresor como el hermano de Milton C., un joven conocido en las crónicas policiales por su frondoso prontuario, a quien le adjudican varios ataques en Tablada.

Marito intentó escapar a la carrera de sus verdugos. Agarró por Chacabuco hacia el sur.  “Se metió en la primera casa que vio y ahí quedó”, agregaron.

De acuerdo con la investigación –que quedó en manos de la comisaría 16ª– la ambulancia número 2 del Sies llegó minutos antes de las 8.30 de ayer a la casa de Chacabuco 3618. Una médica revisó a Marito y comprobó que no tenía signos vitales. “El proyectil le ingresó por la espalda, en dirección al hombro izquierdo, y perforó un pulmón”, indicaron las fuentes policiales como la posible causal de la muerte del joven.

Una guerra entre dos clanes que regó de muerte la zona sur

Mario y Facundo son los hermanos menores de Miguel Ángel G., conocido en Tablada como Miguelito. Este dato no es menor, ya que este muchacho, de 21 años, también fue víctima de un ataque a tiros. El 7 de marzo pasado, Miguelito fue alcanzado por un balazo en la cabeza en bulevar Seguí y Grandoli, cuando iba en moto y otro rodado se le puso a la par. El joven estuvo internado varios meses, puesto que perdió masa encefálica y de huesos de la cabeza. Para los investigadores, los motivos de este ataque nunca quedaron del todo claros. Sin embargo, algunos pesquisas se animan a enmarcarlo dentro de un histórico enfrentamiento entre dos clanes de la zona: los del Tanque de Grandoli y Quintana, y los del Puente de Hierro de bulevar Seguí y Cepeda.

Es que Miguelito estuvo detenido por el crimen de Gustavo Gabriel Benavente, de 34 años –integrante, al igual que varios miembros de su familia, de la banda del Tanque– ocurrido el 25 de septiembre del año pasado, en Grandoli al 3900. Por este mismo hecho fueron detenidos también otros tres muchachos que –al igual que Miguelito– están vinculados con la banda del Puente: Sergio A., alias Checho; su hermano, Daniel Ernesto Alcaraz, alias Caballo; y Alberto Celestino T., alias Chaqueño. Todos ellos recibieron la falta de mérito por el crimen. Sin embargo, a su libertad sucedieron dos ataques en su contra. Uno fue el que tuvo como víctima a Miguelito. El otro tuvo como blanco al Caballo Alcaraz, quien fue asesinado a tiros el 10 de mayo último en la puerta de su casa de bulevar Seguí 33.

Si bien hay quien lo vincula a una disputa por el territorio de venta de droga, el origen de la rivalidad entre los Alcaraz (Puente) y los Benavente (Tanque) no es claro. Lo que sí tiene fecha es la caída de la primera víctima de esta guerra: el 9 de septiembre de 2009, un enfrentamiento a tiros entre bandos opuestos se cobró dos víctimas de distinta consideración. Jesús Benavente cayó herido con 7 disparos en pasaje Becquer al 500 bis, y quedó parapléjico. Su oponente, Joel Alcaraz –hermano de Caballo y de Checho– fue abatido a tiros un rato después. Murió en la vereda de enfrente. Por el hecho fueron detenidos Guillermo y Gustavo Benavente, hermanos de Jesús, quienes más tarde recibieron falta de mérito por el crimen. El único procesado fue el propio Jesús, sobre quien la Justicia aplicó la pena natural.

Sin embargo, estos no son los únicos crímenes que se inscriben dentro de esta eterna batalla.

El 7 de diciembre de 2011, un muchacho de 28 años conocido como Pechocho, cuyo nombre era Ariel Alejandro Ruiz –allegado a los Alcaraz– fue asesinado a tiros en Gálvez y pasaje Santafesino por un grupo de personas que pasó por el lugar en auto. Por este hecho fue detenido Guillermo Benavente, acusado de ser el autor material del crimen, quien quedó procesado.

El 5 de febrero pasado, David Eduardo Caramún, de 27 años, fue asesinado de siete balazos en la puerta de su casa de Güiraldes al 400 bis. Si bien por el hecho no hay detenidos, sus familiares le achacan este hecho a Checho A., hermano de Joel y Caballo Alcaraz.

A este mismo pibe le achacaron otros dos homicidios. El primero ocurrió el 1º de mayo pasado. La víctima fue Domingo, de 32 años y primo de los Benavente, quien fue baleado en Grandoli al 3800. El otro ocurrió el 15 de mayo en Grandoli y Spiro, y tuvo como víctima a Miguel Nicolás Alvariño, de 17 años. Por este crimen, Checho fue detenido junto a otros dos pibes. En septiembre pasado, los tres recibieron faltas de mérito y fueron liberados.

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