Como todas las mañanas, Walter se levantó y acompañó a su mujer a que tomara el colectivo para irse a trabajar. Hacía unos años que él no trabajaba, por lo que pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su casa de la zona sudoeste. “Era un ermitaño, no le abría nunca a nadie”, dijo su suegro, asombrado de la suerte de su yerno. Es que ayer, cuando Walter regresó de la parada del colectivo, fue sorprendido por una persona armada que abrió fuego. Uno de los plomos le dio en la cabeza. Los otros fueron a parar al pecho. Cayó muerto en la entrada de su casa.
Cortada 8, manzana C, casa 11. Allí vivió durante los últimos 12 años Walter Maldonado junto con su mujer y su hijo. A Walter todos los conocían como Dante, aunque ese no era su verdadero nombre. Lo empezaron a llamar así tiempo atrás, cuando todavía vivía en Romang, localidad del departamento San Javier, al norte santafesino, que lo vio nacer.
Dante era albañil, pero no ejercía su actividad laboral desde hacía dos o tres años. En cambio, se quedaba en su casa casi todo el día, lo que le costó que tanto sus familiares como sus vecinos lo tildaran de “ermitaño”. Por todo esto, era su mujer la que “paraba la olla” saliendo a limpiar casas todos los días durante casi 10 horas.
Ayer, siguiendo una rutina que se había vuelto cotidiana, Dante de 38 años, acompañó a su mujer hasta la parada del colectivo. También iba el hijo de ambos, de 13 años, que se subió al bondi con su mamá cerca de las 7.10. Cuando ya estuvo solo, Dante volvió a su casa.
La vivienda de la familia Maldonado es una de las que componen el barrio Sagrada Familia, urbanización que se levanta unas cuadras hacia el norte del Camino Nuevo a Soldini al 3600, adonde fueron relocalizadas varias familias de villa La Lata hace unos 12 años.
Cerca de las 7.20, una señora que vive al lado de la casa de los Maldonado escuchó el estruendo de varios tiros y llamó a la Policía. Cuando los efectivos llegaron al lugar, encontraron a Dante tendido en la entrada a su vivienda, con tres tiros en el pecho y uno que le atravesó la cabeza.
“La misma vecina le avisó a mi hija, que se bajó del colectivo en Ovidio Lagos y Battle y Ordóñez y se vino caminando hasta acá”, contó Alcides, suegro de la víctima y padre de la ahora viuda, mientras mostraba el lugar en el que había caído Walter (Dante). “La Policía levantó cuatro vainas de adentro de la casa”, detalló Alcides. Este dato abonaría la hipótesis de que el o los atacantes estaban adentro de la casa cuando abrieron fuego. La otra línea de la pesquisa apunta a que la víctima fue atacada cuando abrió la puerta que da a la calle, versión que no concuerda demasiado con los dichos de los habitantes de la zona, que refirieron que Maldonado casi no salía.
Según los pesquisas, los casquillos hallados en la escena del crimen son calibre 38 y fueron efectuados con una pistola automática. Por el momento, la hipótesis del robo está descartada, ya que en la casa no faltaban objetos de valor, agregó un portavoz.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 12ª Nominación, en turno durante la feria, junto a la comisaría 33ª y la Brigada de Homicidios.
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