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Argentina, la más igualitaria

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo el país encabeza –junto con Chile y Uruguay– la tabla de las naciones con mayor desarrollo humano y equidad en Latinoamérica.

La Argentina es, desde 2006, el país de América latina de mayor desarrollo humano y menor desigualdad, compartiendo esa posición con Uruguay y Chile, según el informe regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentado ayer en Costa Rica. El estudio advierte sin embargo que América latina sigue siendo históricamente la región más inequitativa del mundo, con una alta y persistente desigualdad, que se reproduce en un contexto de baja movilidad social.

“El desafío en América latina es enfrentar la desigualdad, que es un 65 por ciento más elevada que la de los países de ingreso alto”, señala el informe del PNUD, que fue presentado en la Argentina a través de una videoconferencia.

Hoy, en la Argentina, Uruguay y Chile, la desigualdad incide mínimamente en su desarrollo humano, entre 3 y 6 puntos.

“En el otro extremo están Nicaragua, Bolivia y Honduras, donde se registra la mayor inequidad y la incidencia va del 38 al 47 por ciento”, según el PNUD.

Desde Buenos Aires, la representante adjunta del PNUD en la Argentina, Cecilia Ugaz, aclaró que por primera vez este año el Índice de Desarrollo Humano (IDH) “ajusta los ingresos, los estándares de salud y de educación con la distribución de esas tres dimensiones en la población y el balance entre ellas, es decir: somete esas tres variables a un nuevo ajuste: la desigualdad”.    

“Por ese motivo, la Argentina, que alcanzó un IDH de 3,88 en 2006 convirtiéndose en el país de más alto desarrollo humano de América latina, vio reducido en dos puntos ese índice (0,86)”, aclaró la representante del PNUD.

Aunque la Asignación Universal por Hijo en la Argentina es posterior a los datos que maneja el informe, la vocera del PNUD explicó que “este tipo de programas suele tener un impacto a corto plazo, que en este caso se vio reflejado en una disminución de la indigencia”.

Sin embargo, “otro elementos que afectan a la igualdad como las aspiraciones personales o la calidad educativa no suelen estar explícitos en estas políticas y no se suelen modificar a largo plazo”, dijo la funcionaria.

De todos modos, se espera un próximo informe de Desarrollo Humano específico de la Argentina que estará listo para el mes de noviembre, adelantaron fuentes del PNUD.

En 2007, Chile con un desarrollo humano de 0.87 superó en un punto a la Argentina, 0.86, pero la Argentina siguió siendo más igualitaria que el vecino país al registrar una mejor distribución del acceso a los servicios de salud y educativos, entre el 20 por ciento de la población con mejores ingresos y el 20 por ciento con los menores ingresos.

En tanto, Uruguay con un IDH 0.86, ese mismo año fue más equitativo que Chile y se emparejó con la Argentina al lograr un mejor equilibrio en la distribución de ingresos, salud y educación.

“El IDH de los países disminuiría entre el 6 y el 19 por ciento en todos los países si se atendiera desde las políticas públicas el problema de la desigualdad”, aseguró Ugaz.

La desigualdad, dijo la especialista del PNUD, afecta más a las mujeres debido a que éstas reciben menor salario que los hombres por igual trabajo y siguen teniendo más presencia en el trabajo informal, con mayor carga horaria.

En tanto, también afecta más a la población aborigen y a los descendientes de africanos debido a que, según la medición del PNUD, el doble de estas personas respecto a los descendientes de europeos en América latina vive con un dólar diario.

Además, el estudio señala que “el círculo vicioso de la desigualdad” se alimenta de la transmisión de generación en generación.

“Sólo el 5 por ciento de los niños de hogares cuyos padres tienen bajos niveles de escolaridad llegan a la universidad, contra el 80 por ciento de los provenientes de hogares donde los adultos alcanzan estudios superiores”, ejemplificó la referente del PNUD.

De esta manera, el informe sostiene la necesidad de impulsar cada vez más políticas específicas, destinadas a romper con el círculo de la desigualdad, que lleguen realmente a la gente.

“En América latina y el Caribe hay países con recursos”, sostuvo la vocera, quien recordó que si se llevan a cabo reformas impositivas basadas más en la renta y no regresivas, “los estados pueden contar con los recursos necesarios para financiar políticas sociales para reducir la desigualdad”.

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