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Argentina-China: casi relaciones carnales

La relación comercial entre Argentina y China podría tomar un nuevo rumbo más allá de la soja.

La relación comercial con China podría tomar un nuevo rumbo más allá de la soja. Cristina de Kirchner recibió el lunes en Casa de Gobierno al ministro de Agricultura de China, Han Changfu, y a su par argentino, Julián Domínguez, y creció el rumor de que el país comenzará a vender el maíz que China necesita imperiosamente por una amplia demanda.

Estas versiones hicieron crecer la tonelada de maíz en el mercado de Chicago hasta los 215,94 dólares, y se ratificó así la luna de miel tras el conflicto comercial que interrumpió la venta de aceite de soja argentino a China por 6 meses.

Ahora, el Ministerio de Agricultura negocia el protocolo sanitario para el acceso al mercado chino de ese commodity. Es que el país asiático pasó a ser en el corriente año “importador neto” de este cultivo, ya que su producción de 150 millones de toneladas no es suficiente para una demanda interna en aumento. Este año importará unos 2 millones de toneladas y se estima que las importaciones en el próximo año serán de unos 5 millones de toneladas.

La Argentina, siendo el segundo exportador mundial de maíz, puede convertirse en un proveedor alternativo a Estados Unidos en el hemisferio sur.

Estas estimaciones surgieron el lunes, cuando el funcionario chino llegó acompañado del pleno de su gabinete y mantuvo el encuentro con la presidenta en el Salón Norte de Casa Rosada. La introducción estuvo a cargo de Domínguez, quien pormenorizó los acuerdos comerciales para la exportación de vino, aceite de soja, cebada y carne que, según fuentes de Agricultura, se incrementó en un 50 por ciento. También estuvo presente el ministro de Economía, Amado Boudou.

Este arribo implica sobre todo un gesto netamente político; la firma oficial de acuerdos para la venta de carnes, cebada y vino quedará para el 26 de noviembre cuando viaje Domínguez hacia Shanghai para abrir una nueva oficina agrícola, además de avanzar en la posibilidad de colocar carne vacuna en ese mercado.

También el canciller, Héctor Timerman, recibió en su despacho al funcionario chino, junto al secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, y, por la parte China, el embajador en la Argentina, Gang Zeng.

La visita del alto funcionario le puso sello formal a una reconciliación, tras levantar Pekín hace un mes una suspensión que pesaba sobre las multimillonarias compras de aceite de soja argentino, medida implantada luego de que se frenaran las importaciones industriales chinas.

Las exportaciones argentinas de aceite de soja representan el 70 por ciento del producto que el gigante asiático compra en el extranjero, en un negocio que mueve unos 2.000 millones de dólares anuales.

La Argentina proyecta exportaciones agrícolas globales por unos 25.000 millones de dólares para la campaña 2010-2011 y China es su mayor cliente, con unos 5.100 millones de dólares sólo este año, entre aceites, granos de soja y otros productos, según cálculos privados.

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