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Apunten a Julian Assange el burlador del Pentágono

El hacker fue noticia al ser buscado en Suecia por violación sexual, lo que después la Justicia descartó.

El australiano Julian Assange, creador de WikiLeaks, el sitio en internet que publica documentos de guerra confidenciales de Estados Unidos, fue noticia ayer al difundirse que la Justicia sueca lo buscaba por violación sexual. Poco después, la fiscal general Eva Finné, dijo que se revocó la medida, y que Assange “no es sospechoso” de los dos cargos de los que se lo acusaba. Desde el portal que dirige, consideraron que se trata de una maniobra de desprestigio. El polémico militante había anunciado semanas atrás su decisión de publicar otros 15.000 informes militares secretos sobre la guerra en Afganistán.

Assange está en el foco de la tormenta desde que su sitio, especializado en filtrar información de inteligencia, publicó el 25 de julio pasado 77.000 documentos militares estadounidenses que develaron falsedades militares y arbitrariedades del Ejército, lo que le valió una salva de críticas del Pentágono, que lo acusó de “irresponsable”.

El hacker había viajado a Suecia la semana pasada para discutir su trabajo y defender sus intenciones de publicar más información clasificada sobre la guerra en Afganistán. Suecia es uno de los países con la legislación más estricta sobre la protección de las fuentes y donde WikiLeaks mantiene muchos de sus servidores, según publicó ayer el diario El País.

Maria Häljebo, fiscal en funciones de Estocolmo, había confirmado al diario Aftionbladet que en la noche del viernes pasado la Policía intentó detener a Assange, pero éste había desaparecido. El diario explicó que las denuncias por violación procedían de dos mujeres de 20 y 30 años. Una de las mujeres lo denunció después de estar con él en un piso del barrio de Södermalm en Estocolmo, la pasada semana, y la segunda lo hizo tras reunirse con él, el martes pasado en Enköping.

Según la fiscal Häljebo, las dos mujeres destacaron la violencia utilizada por Assange. “Tenían miedo y no quieren que se conozca su identidad”, según Häljebo.

Pero ayer por la tarde, la fiscal general Eva Finné indicó que se revocó la medida, y que Assange “no es sospechoso” de los dos cargos de los que se le acusa, según informó El País.

La noticia de la orden de arresto había saltado a las portadas mundiales. En el perfil de WikiLeaks en Twitter apareció un último mensaje que decía: “Julian Assange: los cargos no tienen base y su emisión en este momento es particularmente inquietante”. En un mensaje anterior el mismo sitio había publicado: “El abogado del Pentágono estudia cargos criminales contra WikiLeaks”, una información de Foxnews, cuyo enlace se adjuntaba.

El grupo consideró que se trata de un claro intento para desprestigiar a su jefe tras haberse ganado la enemistad del gobierno estadounidense.

La acusación fue calificada de “sucia estratagema” y WikiLeaks se prepara para dar a conocer una nueva serie de documentos secretos sobre la guerra en Afganistán.

La fiscalía sueca instó a Assange, cuyo paradero no estaba en claro, que se entregase a la Policía para responder preguntas sobre los casos de sospechas de violación y abusos deshonestos. Se emitió una orden de arresto, una medida que no significa necesariamente que se le instruirá de cargos penales.

Karin Rosander, una portavoz de las autoridades judiciales suecas dijo que la intención “es interrogarlo”. “Después veremos qué sucede”, añadió.

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