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Robo de autos

Apresan a un lugarteniente de Alvarado

Chapu Iparraguirre fue detenido por Gendarmería y la Bonaerense a metros de la seccional 11ª en una casa. Era la mano derecha de Alvarado, preso junto a otros 9 cómplices


El último de los prófugos de la denominada Banda de los Rosarinos, que robaba autos en el norte del conurbano bonaerense y los desarmaba o vendía en el sur santafesino, fue detenido en Rosario, donde vivía a menos de cien metros de la comisaría de barrio Saladillo, pese a que hace dos años tenía pedido de captura.

Fuentes judiciales informaron ayer que se trata de Mariano “Chapu” Iparraguirre (43), considerado la mano derecha de Esteban Lindor Alvarado, sindicado jefe de la banda que desde 2012 está preso en esta causa iniciada por el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, a raíz de una serie de robos de autos en la zona norte del Gran Buenos Aires.

Iparraguirre fue detenido en un operativo del que participaron detectives de la DDI de San Isidro y personal de Gendarmería Nacional. El procedimiento fue realizado anteayer por la tarde en una vivienda de Anchorena al 300, a sólo 80 metros de la comisaría 11ª, según detallaron las fuentes.

Allí vivía el imputado con su mujer, sin falsa identidad y con su DNI original, pese a que tenía pedido de captura desde el 22 de agosto de 2012.

Tal como sucedió el 3 de agosto de 2012, cuando se detuvo en Rosario a Alvarado y a sus cómplices, el fiscal Ferrari prescindió anteayer de la Policía provincial, ya que sospecha que la banda cuenta con protección policial.

Fuentes de la investigación explicaron que incluso hay escuchas telefónicas que revelan que justamente Chapu era el enlace de la banda con la Policía local, al punto que él le anticipaba a Alvarado los allanamientos que iban a realizarse en sus galpones para que escondiera los vehículos que pudieran comprometerlo.

Una fuente judicial señaló que, “aun con pedido de captura, Iparraguirre era quien en la actualidad seguía manejando los galpones, desarmaderos y negocios de la banda, mientras Alvarado está preso”. Alvarado, de 34 años, tiene una única condena –a tres años de prisión en suspenso por el robo de un auto– en territorio santafesino. Y si bien se lo mencionó como socio del sindicado narco asesinado Luis Medina en el tráfico de drogas, nunca se lo ha acusado por este delito.

Iparraguirre está imputado por asociación ilícita y encubrimiento agravado por ánimo de lucro y habitualidad y fue trasladado a la DDI de San Isidro, donde quedó detenido a disposición del fiscal Ferrari, quien en las próximas horas le tomará declaración indagatoria.

Alvarado y otros nueve imputados, que están presos desde agosto de 2012, irán a juicio oral en breve acusados de conformar una asociación ilícita que se dedicaba a robar automóviles en San Isidro y otros partidos del norte del conurbano para desguazarlos o “reempapelarlos” y venderlos en Rosario.

Conexión Rosario

El año pasado, Alvarado y otros dos cabecillas de la banda, los también rosarinos Walter Bucci y Gabriel “Peto” García, ganaron notoriedad cuando el fiscal Ferrari allanó la Unidad 21 de Campana donde estaban presos y descubrió que tenían una celda VIP con televisor, PlayStation, DVD, aire acondicionado, freezer y diez celulares con los que continuaban manejando sus negocios en Rosario.

En medio de la investigación, el fiscal también descubrió que en 2012 uno de los ladrones de autos de la banda cayó preso en la comisaría de Villa Adelina, pero los dos subcomisarios a cargo de la seccional lo extorsionaron y liberaron a cambio de 10.500 pesos y la transferencia de un vehículo. Esos dos ex subcomisarios de la Bonaerense –Marcelo Godoy y Pablo Sosa– fueron detenidos y condenados el 12 de marzo pasado a nueve años de prisión por extorsión y encubrimiento.

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