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Apelan penas por triple crimen

Por Carina Ortiz.- La defensa de los dos hombres condenados a 11 y 13 años pidió que se confirmen las sentencias dictadas en marzo, mientras que la fiscalí a solicitó perpetua para ambos y que uno de los tres absueltos cumpla 25 años de prisión.


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En la mañana de ayer se realizó la audiencia de apelación oral en la causa que se sigue contra tres hombres que fueron sometidos a juicio, y dos de ellos condenados, por el asesinato de tres vecinos, hecho desencadenado hace poco más de tres años en la zona oeste. Según se reveló en el debate, todo se inició luego de un incidente de tránsito, cuando una familia y sus allegados fueron a pedir explicaciones por el hecho a una familia que habitaba a 2 cuadras de distancia y, por distintas circunstancias, la disputa se dirimió a los tiros y el dueño de casa, José Conrado Vallejos, Paulino Herrera y Mauro Vallejos terminaron muertos. Por el caso cinco personas llegaron a juicio y dos de ellas fueron condenadas: Claudio Villalba a 13 años y Jorge Mendoza a 11, mientras que el resto fue absuelto. El fallo fue apelado y la revisión se encuentra a cargo de un tribunal oral de segunda instancia a cargo de Ernesto Pangia (presidente), Carina Lurati y Alfredo Ivaldi Artacho.

En la mañana de ayer las defensas de los dos condenados y de uno de los absueltos (Jesús Acosta) solicitaron la confirmación del fallo mientras que la fiscalía requirió perpetua para Villalba y Mendoza o en su defecto 25 años de prisión; y la revocatoria de la absolución de Acosta y una condena a 25 años como partícipe primario del hecho.

La audiencia comenzó con retraso, y en el recinto se encontraban únicamente familiares de los acusados. La primera en tomar la palabra fue la fiscal Lucía Aráoz quien cuestionó la calificación legal impuesta, sostuvo que Jesús Acosta –que fue absuelto– prestó colaboración esencial al trasladar en su vehiculo a los autores del hecho hasta la casa de las víctimas. Sostuvo que hubo un acuerdo previo para matar donde los condenados, Villalba y Mendoza, fueron armados. Rechazó la versión de los acusados de que fueron a defenderse y que en el momento en que se produjo el primer hecho, cuando una moto conducida por uno de los Vallejos casi atropella a la mujer y la pequeña hija de Mendoza para luego volver y golpear hasta el desmayo a uno de los Villalba, debería haber ido a la autoridad. “Lejos de ello fueron a la casa de los Vallejos armados y comenzaron a disparar para luego escapar”, refirió.

La fiscal se quejó de las penas impuestas a los acusados  y solicitó prisión perpetua para Villalba y Mendoza por tres hechos de muerte y portación de arma y subsidiariamente requirió 25 años de prisión para ambos, en calidad de coautores. Respecto de Acosta, solicitó que se revoque su absolución y se lo condene a 25 años de cárcel como partícipe primario del hecho.

A su turno Graciela San Miguel, defensora de Villalba y Mendoza, afirmó que no se pudo comprobar la existencia de un acuerdo previo para matar. Y agregó que si bien sus pupilos admitieron que tenían armas aclaró que ninguno sabía que el otro estaba armado.

La letrada sostuvo que, luego del incidente de la motocicleta, los vecinos comenzaron a decirles que los agresores iban a volver y apareció Acosta, que conocía al padre de los Vallejos, y se ofreció para ir de componedor.

Cuando llegaron a la casa de los Vallejos, Conrado salió a amenazarlos y su hijo esgrimió un arma por lo que comenzó un enfrentamiento donde sus defendidos dispararon por miedo y sin intensión homicida. A su vez sostuvo que el peritaje balístico se hizo 6 meses después y su resultado no coincidió con el informe de un perito que estuvo en el lugar dos horas después del hecho y constató 4 orificios de bala.

San Miguel afirmó que no hubo recarga de balas y que sus defendidos fueron detenidos luego de que ellos mismos llamaran a la brigada de Homicidios para entregarse, por lo que solicitó la confirmación de la sentencia.

El último en exponer fue Oscar Loberse, defensor de Jesús Acosta –absuelto en primera instancia– quien solicitó la desestimación del recurso de apelación contra la absolución de su defendido.

Además, sostuvo que el accionar de su defendido no constituye delito, ya que sólo aconsejó a su sobrino que hable con Conrado Vallejos, que decidió acompañarlo y que ahí se encontró “con el infierno” y que lo único que hizo fue tirarse al piso al lado de su auto. “Eso fue lo único que hizo para estar casi tres años en la cárcel”, remarcó, y solicitó la confirmación de la sentencia.

Cumpleaños manchado

El hecho ocurrió el 10 de abril de 2010 en una vivienda de Liniers 4217 durante la celebración de un cumpleaños. La agasajada era la novia de Eduardo Vallejos, quien durante la madrugada de ese día, a mitad del festejo, había salido de la casa en moto junto a otro muchacho para comprar unas cerveza. En el trayecto al quiosco, ambos protagonizaron un siniestro que involucró a un niño. Este hecho fue, se presume el detonador del fatal desenlace.

De acuerdo con la investigación, alrededor de las 5.30, cuando el festejo estaba llegando a su fin, un grupo de personas se presentó en un Peugeot 504. José Conrado Vallejos, de 42 años –suegro de la cumpleañera– salió a la puerta para ver qué pasaba, pero la presencia de José Eduardo (que había protagonizado el siniestro) desató la ira de los visitantes, que abrieron fuego contra los presentes. Como consecuencia de la balacera Mauro Vallejos –hermano de José Eduardo e hijo de José Conrado–, de 18 años, murió en el lugar luego de un balazo atravesara una chapa e ingresara a la vivienda.

La misma suerte corrió su cuñado, Paulino Herrera, de 32. Por su parte José Conrado debió ser internado y murió días después en el Heca. Los disparos también alcanzaron a José Eduardo, aunque sólo le produjeron lesiones leves.

Al día siguiente, en la localidad de Coronda, fueron detenidos los presuntos autores materiales del hecho. Los imputados son Claudio Miguel Villalba, alias Cuatro, de 32 años; y su primo, Jorge Osvaldo Mendoza, apodado Chuchi. Ambos fueron acusados de disparar contra las víctimas.

Una madrugada agitada terminó en tragedia

En abril de 2010, un festejo por el aniversario de una pareja residente en zona oeste finalizó abruptamente cuando tres hombres resultaron asesina-dos como corolario de un incidente de tránsito. En marzo pasado, dos de las cinco personas que fueron a juicio por el triple asesinato recibieron entre 11 y 13 años de condena, mientras que los tres restantes fueron absueltos. En la mañana de ayer se realizó la audiencia de apelación en la causa que se sigue contra los dos condenados y uno de los absueltos. La revisión se encuentra a cargo de un tribunal oral de segunda instancia, integrado por Ernesto Pangia (presidente), Carina Lurati y Alfredo Ivaldi Artacho. Durante la mañana de ayer las defensas de los dos condenados y de uno de los imputados que fue absuelto solicitaron la confirmación del fallo mientras que la fiscalía requirió perpetua para quienes en su momento fueron sentenciados o en su defecto 25 años de prisión. Además requirió la revocatoria de la absolución del tercero y una condena a 25 años como partícipe primario del hecho.

José Conrado Vallejos, Paulino Herrera y Mauro Vallejos, murieron en la madrugada del 11 de abril de 2010 en Liniers al 4200, luego de una discusión. Durante el juicio, los acusados no negaron su participación en los hechos que terminaron en triple homicidio. Sin embargo, describieron episodios previos al enfrentamiento a balazos frente a la casa de las víctimas. Luego de 10 días de audiencias, Claudio Villalba fue condenado a 13 años de cárcel por doble homicidio agravado, uso de arma de guerra y lesiones. Los peritajes arrojaron que los proyectiles que salieron de su pistola calibre 38 largo fueron los que le dieron muerte a José Vallejos y Paulino Herrera. En tanto, Jorge Mendoza fue penado a 11 años de cárcel por homicidio agravado, uso de arma y lesiones. Los pesquisas indicaron que Mauro Vallejos falleció por las balas que disparó el muchacho con una pistola calibre 32 largo.

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