Desde el Concejo Municipal salieron a pedir que se apliquen las sanciones establecidas por ordenanza a los comercios que mantengan sus equipos acondicionadores de aire encendidos con las puertas abiertas, o no cuenten con un sistema que impida la salida del frío al exterior. La solicitud surge de un relevamiento hecho en el centro de la ciudad –corroborado en una recorrida realizada por este medio– que permitió detectar que grandes locales comerciales siguen sin respetar la normativa que establece multas y hasta la clausura de los locales.
Quien puso el tema en agenda ayer fue la edila María Eugenia Schmuck. La concejala radical señaló, en base a una recorrida y un relevamiento realizado por su equipo, que se sigue observando en el centro y también en otros lugares de la ciudad a locales, fundamentalmente de venta de electrodomésticos, que tienen sus puertas abiertas de par en par con los equipos de aire a temperatura muy bajas. “Eso no debería ocurrir y tiene que ser sancionado”, marcó.
El dato que entregó la legisladora local fue corroborado por este medio en una recorrida que realizó en la zona de la peatonal Córdoba, arteria a la que apuntó sobre todo Schmuck con su denuncia. Allí las sucursales de las cadenas Frávega, Novogar, Red Megatone y Garbarino seguían ayer a la mañana funcionando como cada año; con los aires encendidos a full y los locales abiertos por completo al público.
“Mirá: sé que hay una ley que dice que deberíamos cerrar pero acá los encargados nunca le dieron bola a eso. Yo laburo hace años en la empresa y todos los veranos se trabaja de la misma forma. No les importa nada”, contó F., un empleado de una de las firmas mencionadas.
Este medio intentó también dialogar con los gerentes o responsables de las cuatro compañias, pero en ningún caso accedieron a la solicitud. De allí que sólo se haya podido consultar informalmente a los empleados.
En tanto, Schmuck recordó que la iniciativa que regula el uso de los equipos de frío fue sancionada en el Concejo local en febrero de 2015 y busca contribuir con el ahorro energético y la preservación de las redes para que no sean sobreexigidas.
“Que estén encendidos con todo abierto supone un gasto energético muy alto que debe ser controlado. Estos excesos no sólo producen interrupciones del servicio de luz en otros sectores de la ciudad sino que también crean un daño irreparable, ya que la energía es un recurso escaso”, sostuvo la concejala.
En tal sentido, la edila agregó que “muchas veces pequeños actos cotidianos generan grandes impactos”, y lamentó que esa situación no se perciba, especialmente por parte de quienes tienen responsabilidad y pueden incidir. “Para darnos una idea, los comercios que tienen la puerta abierta en verano emiten 1 tonelada de CO2 (dióxido de carbono) al mes, esto equivale al volumen de una pileta de 10 metros de ancho, 25 de largo y 2 metros de profundidad; o a la cantidad que sale del tubo de escape de un auto que recorre desde Rosario a Comodoro Rivadavia”, apuntó.
Según reza la ordenanza 9.375, que modificó el Código de Faltas y fue aprobada en el verano del año pasado, los edificios y locales con acceso desde la calle que cuenten con equipos de refrigeración deberán disponer de un sistema de cierre de puertas adecuado con el fin de impedir que éstas permanezcan abiertas de forma permanente. Esto puede ser sancionado con multas de 30 pesos por metro cuadrado que posea el inmueble. Y en caso de reincidencial los locales podrán ser clausurados hasta por 90 días.
Cabe recordar que la temperatura sugerida para los equipos de aire acondicionado es de 24 grados como piso. Por cada grado que disminuye la temperatura, el aparato consume un 8 por ciento más de energía.
“Siempre hemos reclamado mejor calidad del servicio, mayor planificación e inversión por parte de la EPE, pero también es importante que los usuarios, y mas aún aquellos que son grandes consumidores, hagamos nuestra parte a partir de prácticas responsables”, concluyó Schmuck.
En tanto, desde la Asociación Empresaria de Rosario se desligaron del asunto al señalar que las firmas que no respetan la normativa son parte de cadenas de capitales nacionales y no están vinculadas a la institución.
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