Más del 40 por ciento de los dólares que ingresan por las exportaciones agro-industriales es usado por la Argentina para la importación de combustible. El dato surge de un reciente informe del Ieral, instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea, que elaboró una ratio que muestra las importaciones de combustibles como porcentaje de las liquidaciones de divisas de exportadores agroindustriales
El documento estableció que luego de tocar un máximo histórico en septiembre de 2012, los precios de las materias primas que la Argentina vende al mundo comenzaron un camino de leve descenso, aunque todavía permanecen en beneficiosos niveles para el país.
Los precios de exportación de esos bienes son vitales para la economía de la Argentina, precisamente porque el superávit comercial depende de que los términos del intercambio se mantengan en un nivel suficientemente alto.
“Si se acentúa la baja de los precios de las materias primas se volverá cada vez más difícil contrarrestar el efecto precios vía aumento en volúmenes exportados”, completó el investigador del Ieral Martín Clausse.
Según los últimos datos oficiales, el superávit comercial cedió 61 por ciento en febrero en relación con el mismo mes de 2012, hasta los 521 millones de dólares.
¿Cuál fue la causa de este deterioro? Las importaciones subieron 10 por ciento, impulsadas por las compras de combustibles: aumentaron 33 por ciento, nivel explicado por un alza de 11 por ciento en precios y el resto en cantidades.
Durante el primer bimestre de 2013, el saldo comercial argentino cayó un 57 por ciento, también en comparación con el acumulado entre enero y febrero del año previo.
El peso que el rubro Combustibles tiene en la balanza comercial argentina llevó al Ieral a comparar el precio de la soja con el del petróleo. Y precisó que en febrero se necesitaron 0,18 tonelada de soja por cada barril de petróleo, valor apenas por encima del promedio de los últimos 10 años. En febrero de 2012 se necesitaron 0,22 tonelada por barril.
“Esta reducción fue gracias a un aumento de 16,4 por ciento interanual en el precio de la soja a la vez que el petróleo redujo su precio en 4,5 por ciento”, comparó el documento.
Sin embargo, la mencionada ratio elaborada por el Ieral registró el creciente porcentaje de agro-dólares que se destinan a la importación de combustibles. Hasta el año 2010, esta medición se mantuvo por debajo del 20 por ciento, es decir que de cada 100 dólares de exportación agro-industrial el país gastó 20 para comprar combustibles en el exterior.
Pero el Ieral calculó que la importación de combustibles aumentó 45,3 por ciento en volumen y el 54,8 por ciento en dinero durante 2011, tras lo que descendió 5,1 por ciento en 2012. “Así la ratio alcanzó en mayo niveles cercanos al 40 por ciento, marcando un 42,3 por ciento en el acumulado de los últimos 12 meses”, finaliza el documento de la Fundación Mediterránea.
Comentarios