Los primeros días del mes de octubre del año pasado autoridades del gobierno provincial ponían en funcionamiento un novedoso cuerpo de patrullaje: la Policía Ciclística Urbana (PCU). Con la primavera en curso y previo a la llegada del verano la idea era que los agentes custodiaran en bicicletas los parques de la ciudad. A casi cinco meses de aquel anuncio representantes de organizaciones protectoras de esos espacios públicos, vecinales y quienes a diario trabajan o transitan en la zona relataron que casi no se observa la presencia de esa fuerza.
El encargado de poner en marcha el flamante cuerpo de agentes había sido el propio ministro de Seguridad, Raúl Lamberto. La idea es que unos 40 uniformados egresados del Instituto de Seguridad Pública (Isep) divididos en dos turnos patrullen en dos ruedas los parques Alem, Independencia y Urquiza; también el Monumento Nacional a la Bandera, el parque España y la avenida de la Costa hasta el parque Scalabrini Ortiz.
El cuerpo depende de la sección Motorizada de la Unidad Regional II, tiene contacto directo con el 911 y está integrado por hombres y mujeres. Si bien es sabido que dichos espacios no registran altos índices de violencia y no son de los más conflictivos de la ciudad, lo que se buscó desde un principio con la PCU es brindar más presencia policial en zonas de esparcimiento, donde especialmente los fines de semana se concentra una gran cantidad de vecinos.
Lo cierto es que a casi cinco meses de aquel anuncio casi no se observan uniformados patrullando los parques no sólo sobre bicicletas; tampoco se los ve a pie, a caballo o en vehículos motorizados.
En diálogo con este medio, Adrián D’Alessandro, presidente de la Asociación Amigos del Parque Independencia, sostuvo que en ese espacio sólo se llegó a ver “bicipolicías” los “primeros días tras el lanzamiento oficial”. “Después, de a poco, fueron circulando menos y últimamente directamente ya nos los observamos más”, agregó el dirigente.
El Parque Independencia fue epicentro de varios hechos de vandalismo en los últimos meses. El último se dio el pasado 16 de febrero, cuando por la noche un grupo de personas llegó hasta la zona del laguito, se hizo de las tradiciones embarcaciones y rompió parte del sistema de audio que se utiliza a la par del espectáculo de aguas danzantes. Además atacaron las aves que se encuentran allí.
Con todo, D’Alessandro definió la realidad de ese tradicional espacio verde como “complicada” y señaló que el destacamento policial puesto en funcionamiento hace seis años en el interior del vergel (en la calle peatonal paralela a bulevar Oroño entre la zona del lago y el Jardín de los Niños) se quedó sin efectivos. “Actuaba con 4 agentes las 24 horas y un patrullero propio. Incluso, a veces se sumaban dos policías más en moto. Y la verdad que cuando funcionábamos con esos recursos estábamos más tranquilos. Ahora todo cambió”, agregó con cierta resignación en su tono de voz el titular de Amigos del Parque Independencia.
Por los parques
En tanto, en los céntricos y costeros parques España (que va desde la Isla de los Inventos hasta la zona de los galpones del Centro de la Juventud y el Centro de Expresiones Contemporáneas) y de las Colectividades (entre Presidente Roca y Oroño) el panorama asoma similar. Gabriela, integrante de la vecinal Parque España (que abarca y tiene representación en esos dos espacios públicos y en todo el sector que corresponde a la comisaría 3ª), relató que “jamás” divisó los bicipolicías. “Y eso que yo camino todos los días por los parques”, dijo al instante la joven, quien agregó ya a nivel general que sólo “a veces” se observan uniformados, pero “caminando”.
El testimonio de Gabriela fue ratificado por quienes trabajan en ambos parques en el marco de una recorrida que este medio hizo por los mismos.
Jorgelina, empleada del bar Flora, en la zona de Roca y el río, se diferenció sólo en parte de los dichos de Gabriela al señalar que la PCU ha transitado la zona, “pero muy poco”. “Y te digo, las veces que pasan lo hacen a la mañana y durante la semana, cuando hay menos movimiento de gente”, agregó entre risas.
Con todo, una realidad parecida es el que parece reflejar Horacio, un histórico vendedor de pochoclos de la zona cercana a las escalinatas del Parque España. El hombre también señaló que la presencia policial en el lugar es insuficiente y que si bien los hechos delictivos no son frecuentes, cada vez es más común el robo tipo piraña, que se da cuando un grupo de jóvenes ataca de forma rápida y sorpresiva a un particular indefenso. “Abusan de las personas que están desprevenidas. Pero como por lo general quienes van al parque no llevan mucho dinero, el robo es sólo «ver qué agarro». Se llevan cosas menores”, explicó el hombre.
Menos informados aunque con igual diagnóstico se mostraron desde la vecinal Monumento a la Bandera, que tiene “bajo su órbita” ese espacio, el Parque Urquiza (es decir, todo el sector que corresponde a la Comisaría 1ª) y barrio Martin. “Me estoy enterando en este momento lo de los bicipolicías. Nunca los vi. Es una novedad. Lo tomo como un proyecto. Soy de recorrer el barrio y los parques y nadie me comentó. Ya creo que nadie se enteró tampoco en la vecinal”, explicó Laura Fantoni, vicepresidenta de la organización sin ocultar su sorpresa y con una sonrisa.
Voces oficiales
En tanto, El Ciudadano también consultó a las propias fuentes policiales para conocer su versión. Desde la comisaría 1ª sostuvieron que la PCU tuvo cierta presencia diaria en los parques los primeros tres meses, hasta diciembre. Y según esta versión desde allí y hasta la fecha sólo circulan los fines de semana.
Las mismas fuentes también explicaron que para patrullar todo barrio Martin y sus zonas verdes cuentan con dos móviles que circulan hasta la medianoche. Sin embargo, desde la vecinal señalaron que la presencia es insuficiente y que los hechos de robo son muy frecuentes en el sector.
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