Un hombre de 38 años fue acribillado a balazos en su auto frente a un complejo de viviendas en construcción del barrio La Lagunita. Había llegado en un Corsa hasta el lugar con otra persona. Pero la llegada de un hombre en moto precipitó el asesinato, aunque la Policía desconoce si el tirador fue el acompañante de la víctima o el motociclista. Lo cierto que ambos huyeron en la moto tipo enduro. Si bien voceros de la pesquisa aseguraron que el muerto tenía consigo todas sus pertenencias, testigos circunstanciales aseguraron que el asesino y su acompañante se llevaron “algo” bien escondido entre sus ropas. El fallecido tenía antecedentes por estafa y estuvo vinculado a la investigación de un homicidio de 2009. En el auto, donde encontraron su cuerpo, había varias tarjetas verdes y azules a nombre de diferentes personas.
Se llamaba Antonio Rafael Cresta, tenía 38 años, y le decían Peligro. De acuerdo a lo que pudo reconstruir El Ciudadano, Peligro manejaba un Chevrolet Corsa de 3 puertas color bordó. A eso de las 22 del miércoles circulaba por Garzón a la altura del 3900, con dirección norte – sur. Según vecinos de la zona, iba con las ventanillas bajas, con “un gordo pelado” sentado en el asiento del acompañante. Unos metros antes de llegar a la intersección con Doctor Riva, detuvo su auto, justo frente de un obrador donde hay dos manzanas de casas en construcción. Allí. El Gordo Pelado bajó del coche, el conductor apagó el motor del vehículo y dejó las llaves puestas, para que el Corsa quede en contacto.
Aquí se produjo el ataque. No está claro si fue el Gordo Pelado o un muchacho que llegó al lugar en una Honda Tornado, pero alguno de los dos se paró en la calle, del lado de la ventanilla del conductor y descargó, al menos, medio cargador de una pistola 9 milímetros sobre el cuerpo de Peligro. Luego, tranquilos, ante la mirada de un policía que cumplía tareas de custodia de la obra en construcción, el Gordo Pelado y el muchacho que manejaba la Tornado arrancó la moto y se fueron a toda velocidad del lugar de los tiros.
El uniformado que presenció el ataque avisó lo que había pasado al 911 y unos minutos más tarde el lugar se llenó de agentes del Comando Radioeléctrico. La escena del crimen fue peritada por personal de la Policía de Investigaciones, controlados por el Fiscal de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte. Los pesquisas secuestraron 3 vainas de 9 milímetros alrededor del Corsa y algunas más en el interior del coche. Del lado de adentro, sobre la puerta del acompañante, encontraron restos de masa encefálica de la víctima. Vecinos de la zona aseguraron que al momento del ataque se tiraron no menos de 6 tiros. Un uniformado que participó del operativo aseguró que uno de los plomos que recibió Peligro fue gatillado “a boca de jarro”—apoyando el arma contra el cuerpo de la víctima—, sobre su parietal izquierdo.
Después, ambos huyeron en la Tornado. De acuerdo con una testigo del hecho, el Gordo Pelado, que iba sentado detrás en la moto, se acomodó un paquete entre sus ropas, escondido contra la panza. Por ello, los pesquisas no descartan que, al margen de que el hecho tiene claros tintes mafiosos, los homicidas se hayan llevado algo del Chevrolet Corsa.
Viejo conocido
Peligro vivía a pocas cuadras del lugar donde lo asesinaron. Según lo que informaron voceros del Ministerio Público de la Acusación, Antonio Rafael Peligro Cresta tenía antecedentes por robos, encubrimiento, usurpación, estafa y amenazas. Lo que no dijeron es que estuvo vinculado a la investigación del homicidio de Juan Manuel Cecchini, un hombre de 33 años que fue acribillado a balazos el 28 de septiembre de 2009 en Deán Funes al 6700, en medio de una disputa que, según fuentes, estaba vinculada a compra venta de autos robados.
Hasta ayer a la noche no había detenidos ni sospechosos por la muerte de Peligro.
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