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Doble homicidio

A un año del crimen de Medina, se peritan vainas en Buenos Aires

Buscan determinar si el arma homicida del caso que tuvo como blanco al sospechado empresario fue utilizada en otros hechos.


La madrugada del 29 de diciembre de 2013 Luis Medina, alias El Gringo, fue acribillado a balazos cuando circulaba en auto por Circunvalación. El hombre de 42 años iba junto a su novia Justina Pérez Castelli, a quien el rebote de una bala le quitó la vida. Si bien la causa que tramita en el Juzgado de Instrucción 5ª no cuenta con imputados la pesquisa continúa a paso firme y se ordenó el secreto de sumario ya que surgieron nuevos elementos que se pretenden profundizar. La fiscalía de Cristina Herrera trabaja mancomunadamente con su par de San Isidro, quien le facilitó tecnología de punta para peritar algunos de los elementos secuestrados y ello está dando sus frutos. Se logró recabar información valiosa para la causa que derivó en nuevos datos que se están profundizando. A su vez algunas de las vainas levantadas en la escena del crimen se remitieron a un banco de datos en Buenos Aires para determinar si el arma homicida fue utilizada en algún hecho de la vecina provincia, al igual que material balístico de otros hechos de sangre.

A principios de mes, empleados de la fiscalía de Herrera viajaron a Buenos Aires con el  objeto de trasladar una serie de teléfonos celulares que peritó la policía judicial de Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de San Isidro que colabora con la Justicia provincial. Este trabajo ya arrojó resultados positivos aunque se espera una profundización mayor en la medida, entre ellas el acceso a mayor material y un entrecruzamiento con otras comunicaciones telefónicas, detalló la fuente consultada.

A su vez trascendió que en el último año de vida Medina realizó viajes al exterior como Colombia y Estados Unidos, entre otros destinos, y se logró recabar información respecto a su vida personal, entre ella quiénes lo frecuentaban en su casa del barrio privado de Pilar, con qué vehículos o quiénes se comunicaban con la víctima, circunstancias de las que surge información de sumo interés para la causa, especialmente para la teoría del caso que maneja la fiscalía.

Respecto a la mecánica del hecho se presume que Medina circulaba despreocupado rumbo al hotel en el que se hospedaba en el complejo del casino rosarino a bordo de un Citroen DC 3 que le había regalado a su novia. Se trasladaba por avenida de Circunvalación y a la altura del acceso sur un auto mediano se le puso a la par. El vehículo de la víctima tenía las dos ventanillas delanteras bajas y,  según la fuente consultada, comenzaron a dispararle desde el otro automóvil, donde había al menos dos personas. Cuando el vehículo que conducía Medina salió de la cinta asfáltica y detuvo su marcha, el agresor se bajó y remató a la víctima a corta distancia. En principio estiman que el ataque iba sólo dirigido a Medina aunque su novia fue herida por un rebote de bala dirigido a su pareja. La chica logró bajar del automóvil aunque el disparo resultó mortal.

Medina recibió múltiples orificios de bala,  6 de ellos efectuados a menos de 30 centímetros. En el asfalto se hallaron 12 vainas servidas calibre 9 milímetros, mientras que dentro del rodado de la víctima se encontraron 5 del mismo calibre. Los peritos estiman que el agresor puede haber utilizado un arma con dos cargadores o dos armas distintas. El material balístico recogido en la escena del crimen fue remitido a un banco de datos en Buenos Aires para determinar si el arma fue utilizada en otro hecho, lo mismo sucedió con vainas levantadas en otros dos hechos que fueron posteriores al homicidio de Medina y su pareja.

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