La previa del acto central por el Bicentenario de la Bandera se colmó ayer de música a lo largo y lo ancho de la ciudad, con la asistencia total de unos 20 mil rosarinos a los cuatro emplazamientos en los que, a partir de las 20, se realizaron los recitales pensados como “encuentros de convivencia” a la espera de la medianoche, cuando en todos ellos se culminó esta suerte de “vigilia” con la entonación del Himno Nacional por parte de los artistas y el público.
Los espacios y las temáticas elegidas no estuvieron librados al azar. Y así lo resaltó la ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe, María de los Ángeles Chiqui González. La funcionaria explicó que, por ejemplo, el predio de las Cuatro Plazas, de Mendoza y Provincias Unidas, en la zona oeste, estuvo dedicado al chamamé como homenaje e integración de la alta cantidad de norteños –correntinos entre los más numerosos– que habitan allí. No por casualidad es el lugar donde se concentra el mayor número de centros tradicionalistas chamameceros. Del mismo modo, en el extremo norte la noche fue dedicada a la música reggae con Los Pericos en la búsqueda de una identificación entre el río Paraná que baña las orillas de La Florida y la juventud. Otro vínculo de ese mismo grupo etario con sus ideas se intentó materializar en el espacio del Parque Yrigoyen, de 27 de Febrero y Maipú, dedicado al folclore como una música tradicional siempre renovada, y al lado de donde se levanta la estatua al mítico Ernesto Che Guevara, nacido en Rosario.
Por último, la integración de edades signó la actividad en el Playón del Centro de la Juventud, de avenida Belgrano y el río, donde el tango fue el género dominante.
En La Florida, el escenario se montó de espaldas al balneario pago, de modo que el público, que superó las cuatro mil personas, escuchó y bailó sobre la arena de las playas gratuitas que se conocen como Rambla Catalunya. Mayoría de jóvenes, como era de esperar, disfrutaron de la banda Los Pericos como número central, y no dejaron de hacerlo pese a que la agrupación ya no cuenta en sus filas a su histórico líder: el Bahiano. Dos pantallas gigantes les permitieron también a los rezagados disfrutar del espectáculo lejos del escenario.
Antes del número principal, tocaron a orillas del Paraná las bandas locales The Koalas, Sucesores de la Bestia y Alegre no tanto. En el comienzo del recital, se lo vio al gobernador Antonio Bonfatti y a la intendenta Mónica Fein en primera fila. Aunque no se sumaron al “pogo” que los más entusiastas armaron en la zona más cercana a los músicos. Pocas, pero también había, familias con reposeras y niños se acercaron hasta el lugar, que con todo fue “copado” por jóvenes y adolescentes.
En las Cuatro Plazas, más de mil personas, con otro clima pero similares ganas, se acercaron para escuchar a los conjuntos Chiqui y los laguneros, Rubén Sánchez y sus troperos Santafesinos y varias agrupaciones de baile. Amenizaron allí, entre cada número musical, las agrupaciones tradicionalistas Toro zapateador, Ahijados y ecos del chamamé, y Ecos del campo, cada una con unos 30 integrantes. El protagonismo estaba cantado: es la zona de la ciudad donde más agrupaciones de este tipo existen, y ello por ser lugar privilegiado de la migración norteña.
Pero no sólo hubo música en las Cuatro Plazas. El espíritu del carnaval también se hizo presente, con niños dándose a la batalla de la “nieve loca” que vendían varios puestos instalados allí. Al lado, el área de Economía Solidaria de la Municipalidad había montado una suerte de feria en la que predominó la venta de plantines provenientes de Agricultura Urbana, y de tejidos artesanales.
El perfil en la zona oeste difería del que marcó la vigilia en la norte: familias y gente mayor que, sin embargo, se entregó al baile chamamecero sin reparos.
De nuevo cerca del Paraná, pero cerca del centro, otro de los escenarios tuvo impronta de dos por cuatro. Fue en el playón Centro de la Juventud, donde los protagonistas musicales fueron La Biaba y el sexteto El Vendaval. Pero a ellos se sumó una ronda de profesores de tango y DJs invitados.
Por último, y otra vez con la mira en la juventud, aunque con oferta para todas las edades, se realizó la fiesta de la convivencia en el Parque Yrigoyen con la actuación del reconocido grupo Los Tekis, a los que se sumaron Los Novas, los históricos Trovadores del norte y Agustín Pistone. La convocatoria resultó impecable: unos 15 mil vecinos se acercaron atraídos por la programación. El motivo de este montaje, según Chiqui González, fue la relación con los ideales jóvenes.
Con la música sonando por toda la ciudad, y el broche del Himno cantado colectivamente sobre el filo de la medianoche, se cumplió así la espera de la jornada principal de hoy, que tendrá eje en el Monumento a la Bandera a partir de las 18 con la presencia de Fein, Bonfatti y la presidenta Cristina Fernández.
Convivencia y solidaridad
A los recitales de convivencia se sumaron ayer las ferias especiales dispuestas por el área de Economía Solidaria, que además de la muestra en las Cuatro Plazas emplazó otras para que difundan su trabajo los emprendedores locales. Los otros lugares fueron Costa Alta, en la avenida Carrasco y Martín Fierro de la zona norte y la Feria especial Bicentenario de la Bandera con artesanías, productos alimenticios, vestimenta y productos de las huertas urbanas en La Pérgola de Presidente Roca y el río. Otro sitio fue el de Pasaje Juramento, el paseo del Monumento a la Bandera que corre entre Córdoba y Juan Manuel de Rosas.
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