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La Sub 40

A 40 años del regreso a las urnas, jóvenes militantes reflexionaron sobre las deudas de la democracia

El nuevo año electoral llega con altos índices de inconformidad para con el pleno de la política. En un diálogo crítico y profundo, distintos líderes políticos se sentaron a debatir sobre las dificultades actuales en la democracia


Un reciente estudio de opinión pública realizado por la empresa Zuban Córdoba y Asociados advierte que el 59% de quienes tienen menos de 35 años tiene sentimientos negativos con la situación actual del país, mientras que en este sector ninguna figura política tiene más de 35% de imagen positiva. A 40 años de la democracia en Argentina, hay un descontento que liquida las ilusiones electorales de los partidos tradicionales y que proviene de los paupérrimos niveles de vida y expectativas de progreso de los sectores que recién se integran tanto al circuito formal del trabajo como a la participación democrática.

¿Cómo se reconfiguró el trabajo en el siglo XXI? ¿Qué le debemos y qué nos debe la democracia? ¿Qué significa este concepto para la población que este año vota por primera vez? ¿Cómo se construye una mejor democracia? Estas fueron las preguntas que juntaron a una referenta y cuatro referentes de fuerzas políticas para debatir sobre el devenir de la vida democrática en Argentina y un balance crítico de los años transcurridos desde el fin de la dictadura.

“Es la crisis de los 40 de la democracia”, dijo jocosamente uno de los disertantes para comenzar la ronda de reflexiones. En una mesa cuadrada en el centro cultural Distrito Siete (Ovidio Lagos 790), se sentaron el concejal por Ciudad Futura Juan Monteverde, la diputada provincial peronista Lucila De Ponti, el referente de cultura política en el espacio peronista Que Te Pasa? (QTP) Joel “Piojo” Natali, el referente del Movimiento Bases del Partido Socialista Emiliano Pavicich y Andrés Olavarría, en representación del Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP). Ninguno de ellos supera los 35 años.

Deudas y deudores

“Hay un discurso hoy en día que tiene que ver con que esta democracia no sirve, un agotamiento, una idea de que la política no ha dado respuestas a los problemas de las personas ”, rompió el hielo Natali, en referencia a las dificultades presentadas en el modelo económico y en las estructuras económicas del país: “Después de 40 años de un sistema que a Argentina la inserta en el mundo como un exportador de materias primas, que un tipo tenga que trabajar 12 horas, tenga que esperar el colectivo, que ese colectivo no llegue, que no le alcance para pagar el alquiler, para comprarle unas zapatillas a los pibes y mandarlos a la escuela, lo que sea, me parece que nos debe, y mucho”, exclamó el militante peronista, y agregó: “Nos debemos pensar un nuevo sistema económico. Tenemos que plantear qué modelo económico queremos para la Argentina”.

“Discutir el modelo económico está necesariamente ligado a poder pensar cómo se garantiza una democracia sustantiva en términos del acceso igualitario a derechos”, reflexionó por su parte la diputada De Ponti, quien levantó el guante y puso el énfasis en el acceso a la salud y a la educación. “Ahora, si vamos a pensar en otras cuestiones que tienen que ver con el trabajo, con la vivienda, con el hábitat, no hay un mismo consenso social respecto de que estos tienen que ser derechos garantizados para todo el mundo en igualdad de condiciones, y mucho menos políticas de Estado que hayan destinado inversión de recursos para que esto suceda”.

Juan Monteverde, concejal de Ciudad Futura

 

Según el padrón electoral del 2021, el último disponible, el 30% de los electores tendrá menos de 30 años al momento de votar, el 50,2% no llegará a cumplir los 40 años al momento de emitir sufragio. Según el Indec, el 45% de la población de entre 15 y 29 años no supera la línea de la pobreza. “(Con estos números) Empieza a aparecer la posibilidad de que un descontento se exprese de alguna manera, o sea que hay un enojo”, analizó Emiliano Pavicich, referente del Movimiento Bases, y profundizó: “La cuestión es cómo se canaliza ese enojo y ahí está cómo nos armamos la estrategia para profundizar la democracia, para ampliarla, para que exista y para que en todo caso ese enojo encuentre un lugar hacia donde canalizarlo positivamente. Volver para atrás ya vimos que no ha sido la solución. La historia argentina está plagada de ejemplos en ese sentido”.

Dentro de las deudas detectadas por los jóvenes militantes se encuentra las condiciones de trabajo, el acceso a un empleo y, por lo tanto, la distribución del ingreso: “Un pibe de 20 años nacido en democracia mira a su alrededor y ve que no consigue trabajo o el empleo es precario. Una generación nacida en democracia se pregunta por qué la democracia no cumple con eso. Y a partir de ahí salen los discursos del odio”. Andrés Olavarría ingresó a la conversación y sumó cifras: el 54% de los menores de 14 años, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, vive por debajo de la línea de pobreza.

Lucila De Ponti, diputada provincial y militante del Movimiento Evita

 

El militante del PTP se preguntó cómo hacer para juntar los elementos para después distribuir los ingresos. Para el referente, es necesario discutir la planificación de qué se hace con los recursos naturales, quiénes determinan su uso y a dónde se envían los ingresos de la explotación, sustentable o no, de esos recursos, por caso el petróleo, el litio, entre otros ejemplos de la industria minera, energética e hídrica argentina.

“Las poquitas cosas que le fuimos ganando a este sistema no se ganaron si no fue con las mayorías en las calles. Que haya 40 años de democracia se consiguió porque estuvieron las Madres (de Plaza de Mayo), las Abuelas, porque estuvo el movimiento sindical, los movimientos de derechos humanos, las agrupaciones políticas siempre peleando. No vamos a negar que tiene que haber alguien a la cabeza que lo empuje, pero sin la gente no se consiguió y no se consiguió nada en Argentina sin los movimientos en la calle”, sentenció Olavarría.

“Esta democracia no alcanza”

Parafraseando al líder derechista local José Bonacci, quien circula como meme con la frase que patentó en la campaña electoral de 2011 de que “esta democracia no sirve”, Pavicich tomó la palabra y comentó sobre los alcances del ámbito democrático y cómo hablarle a aquellos que no debieron luchar por la recuperación de la vida civil: “Más que decir que esta democracia no sirve, el concepto debería ser que esta democracia no alcanza. Si tomamos que la democracia es el mínimo de igualdad, pero que la igualdad es el máximo de democracia, desde ahí tenemos que pensar cuáles son las otras aristas que se abren para discutir el sistema económico, discutir también la libertad en un sentido de mayor posibilidad para las personas de desarrollarse en sus proyectos de vida, en su sentir en lo que quieran ser, y por ahí pasar a pensar cómo le hablamos a las jóvenes”.

Pasando de las deudas a los deudos de la democracia, Juan Monteverde recordó los números de las denuncias recolectadas por la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep) hasta 1984, donde el 43% de los desaparecidos tenía entre 16 y 25 años y el 38% entre 26 y 35: “El 80% tenía menos de la edad que tenemos hoy acá en esta mesa. Que hoy nosotros podamos estar peleando por lo que falta en un lugar público, transmitiendo por streaming para todo el mundo, parece que ahí hay una posibilidad de democracia en latencia, que depende de nosotros poder profundizarla”.

Andrés Olavarría, del Partido del Trabajo y del Pueblo. El conversatorio fue moderado por Nano Catalá

 

“La vida y la libertad deberían ser el límite de cualquier disputa política. A uno no se les debería ir la vida ni la libertad en una batalla política y creo que eso, con nuestros muertos y nuestros mártires, la democracia la fuimos construyendo y cuando se pasó ese límite la sociedad reaccionó y así fuimos manteniendo esto”, advirtió Monteverde, y aseveró: “Creo que, en el último tiempo, se está corriendo cada vez más ese límite, en Argentina y en la región. Lo pasa hoy Cristina, tanto el lawfare como el atentado, o sea la vida y la libertad. Yo creo que ahí se corrió en Argentina la traza tremendamente y creo que todavía no hay una reacción social”.

El líder de Ciudad Futura reflexionó sobre las voluntades militantes de ayer y de hoy, en el marco de las desigualdades y de la violencia en el país y en Rosario: “No creo que la generación de 1970 haya peleado solamente por recuperar la democracia. Yo creo que peleó y dio su vida para construir un sistema totalmente distinto al sistema que tenemos hoy. Si hubo un momento en Argentina donde estuvimos más cerca de lograr tener una patria realmente para todos creo que fue ese, y por eso también lo cerca que estuvimos habla de lo fuerte que fue la represión: tuvieron que aniquilar a toda una generación para impedir que este país cambie realmente. El gran llamamiento de este tiempo es ampliar la espalda para que no se nos vaya la vida en luchar por la libertad, y cómo dar esa batalla”.

Al momento de comenzar el conversatorio titulado “La Sub 40”, la ciudad de Rosario contabilizaba 90 homicidios en el marco de la violencia armada. En este mismo sentido, Natali sostuvo que Rosario es un reflejo de la situación nacional respecto de la estructura de poder argentina: “¿Cómo pensamos la autonomía municipal, el transporte, el modelo económico en una ciudad embudo como Rosario, donde las vías ferroviarias, las exportaciones, el flujo de dinero, se concentra en los puertos de la ciudad, con una espalda periférica de la ciudad totalmente rota?”, exclamó el referente del QTP, y continuó: “Hay una matriz colonial. No vamos a poder resolver los problemas de nuestro pueblo si no resolvemos la geografía del poder desde la periferia, romper con las lógicas porteñas”.

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