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Conocimiento de fenómenos espaciales

A 3.500 metros de profundidad: así es la megaobra que China construye en el Pacífico

Aunque el proyecto se desarrolla en las profundidades del océano, los descubrimientos que se esperan tienen el potencial de desvelar enigmas del espacio exterior


Científicos e investigadores de China están construyendo el telescopio submarino de neutrinos más extenso a nivel mundial, situado a una profundidad de 3.500 metros bajo el mar. Este proyecto, reportado por la agencia Xinhua, promete avanzar en el conocimiento de fenómenos espaciales, incluyendo el origen de los rayos cósmicos.

El Telescopio de Neutrinos del Mar Tropical (TRIDENT), posicionado cerca del ecuador en aguas chinas, abarcará 12 kilómetros cuadrados con un diámetro de 4 kilómetros. Consta de 1.200 cables verticales, de 700 metros de largo y separados entre 70 y 110 metros, diseñados para detectar neutrinos provenientes de NGC 1068, una galaxia en la constelación de Cetus.

Cada cable portará 20 esferas de vidrio, cada una de mayor tamaño que un balón de fútbol. Estas esferas se encargan de detectar los neutrinos, partículas subatómicas que, aunque abundantes, son notoriamente difíciles de rastrear debido a su capacidad de atravesar la materia sin interactuar con ella.

Según Xu Donglian, científico jefe del proyecto, el telescopio emplea un diseño novedoso que le permite observar el cosmos desde un ángulo inverso. Situado en el lecho marino, el TRIDENT usará la Tierra como barrera para capturar neutrinos de alta energía provenientes de la otra mitad del planeta.

Las esferas de vidrio detectarán las señales luminosas generadas cuando los neutrinos reaccionan con el agua del mar, facilitando el estudio de su naturaleza y los procesos cósmicos que los originan.

Se espera que la construcción de TRIDENT finalice en 2030, concluyendo su segunda fase. Una etapa preliminar, que concluirá en 2026, involucra la instalación de un detector más pequeño compuesto por 10 cables.

Este proyecto se suma a otros esfuerzos internacionales, como el Observatorio de Neutrinos IceCube en la Antártida, operado por Estados Unidos, y el telescopio Baikal-GVD ruso en el lago Baikal, ambos también dedicados a la detección submarina de neutrinos.

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