Policiales

Muerte en la Fluvial

Golpes y lesiones en el cuerpo de Carlos Orellano y quejas de la perito de parte

La experta forense Virginia Creimer se quejó del trato que recibió en Rosario y marcó cierta complicidad entre el Instituto Médico Legal, la Fiscalía y los jueces actuantes. Sostuvo que no la dejaban entrar con su equipo y para zanjar la situación sometieron a la familia a dos horas de audiencia


Lesiones vitales en todas partes del cuerpo, hemotórax izquierdo, contusiones en el pulmón izquierdo, lesiones en el omóplato y en los hombros. Eso es lo que pudo observar la perito de parte Virginia Creimer durante la compleja autopsia al cuerpo de Carlos Orellano. Es el joven de 23 años hallado muerto en el río Paraná, a la misma altura del boliche Ming de la Fluvial donde había ido a bailar la noche que desapareció. Créimer, experta forense, se quejó del trato que recibió en Rosario y marcó cierta complicidad entre el Instituto Médico Legal, la Fiscalía y los jueces actuantes. Sostuvo que no la dejaban entrar con su equipo y para zanjar la situación sometieron a la familia a dos horas de audiencia.

La especialista, en diálogo con Trascendental –LT8–, dijo además que en el cuello de Orellano tenía marcas de lo que se llama “mata león”, una especie de toma de arte marcial que envuelve el cuello con el brazo y antebrazo para inmovilizar, muy propio de las fuerzas armadas, pero que en algunos casos puede llevar a la muerte.

Sobre el estado en el que el joven cayó al agua, Creimer sostuvo que aún no lo logró establecer porque faltan exámenes, pero que los mismos “deben salir de Rosario, porque el corporativismo visto ayer supero todo lo visto hasta ahora”.

“Hay connivencia entre IML, la Fiscalía y jueces”, sostuvo. Y destacó que el mejor lugar para que se realicen los estudios es la morgue de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Para Creimer la experiencia en Rosario fue desgastante. “Cada vez que llegamos con el equipo el objetivo es desgastar. Llegamos con una asistente terapéutica, una fotógrafa y una técnica criminalística. Porque para aplicar el protocolo de Minnesota se necesita una mirada interdisciplinaria”.

Según detalló, un fiscal les dijo que “no podía entrar tanta gente”. Situación que terminó con la familia expuesta a dos horas de audiencia. “En el resto de los casos en los que intervenimos (Franco Casco, Pichón Escobar, María de los Ángeles Paris) pudimos entrar con mi equipo. Esta vez buscaban dejar a la defensa sin parte del equipo”

Créimer objetó una tomografía al cuerpo, por al estar embolsado con todos sus elementos, no permite la fidelidad del estudio. “Me prohibió que tocara el cuerpo, como la estaban haciendo mal puse una regla y me dijeron que no podía tocar el cuerpo. Fue vergonzoso”. Y agregó que, como si eso fuera poco, uno de los médicos de parte sacaba fotos con su celular sin autorización. Está claro que la balanza esta inclinada para un sólo lado”, opinó.

“Nos ponen un palo en el camino. Pareciera que el jefe de fiscales (Adrián Spelta) fuera el abogado defensor de la parte denunciada. Nos exige una orden judicial de un juez para que actúe la perito de parte, que tiene el equipo más especializado de Latinoamérica”, dijo Edgardo Orellano, padre de la víctima.

La autopsia comenzó a las 17 de este lunes mientras una multitud acompañó el pedido de justicia de la familia Orellano, representada por el abogado Salvador Vera, en la puerta del IML. Los resultados preliminares no fueron dados a conocer al cierre de esta edición, y se estima que este martes continuarán con medidas tendientes a dilucidar cómo murió Bocacha.

Carlos Orellano salió a bailar el domingo 23 de febrero y la última vez que lo vieron con vida fue en el boliche Ming de La Fluvial. Ante su desaparición, su familia denunció a la seguridad privada del local nocturno, y a policías adicionales, ya que tenían datos de que el joven había sido expulsado con violencia por intentar ingresar al VIP sin autorización.

Su cuerpo fue encontrado el miércoles a la tarde cuando salió a flote en el río Paraná, justo debajo del boliche. Por ello, la causa quedó en manos del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti.

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