El Hincha Mundial

Sin consuelo

Marche preso

El coreano Son Heung-Min perdió la chance de eximirse del servicio militar obligatorio al no acceder el elenco asiático a octavos y sólo le queda ser oro en los Juegos Asiáticos de este año o deberá dejar el Tottenham por dos años


La eliminación de Corea del Sur no sorprendió a nadie, ya que el seleccionado asiático no era candidato a pasar a octavos en un grupo donde Alemania, Suecia y México eran por lejos los equipos para pasar de fase. Pero el llanto desconsolado de Son Heung-Min en el vestuario tras la derrota ante el elenco azteca sorprendió a muchos, aunque más allá del dolor de quedar afuera del Mundial, el desconsuelo del delantero del Tottenham tenía otra explicación: podría tener que dejar el fútbol por dos años.

¿Por qué debería dejar de jugar Son? Tan simple como poco comprensible por nuestra latitudes donde el cumplimiento de las reglas y las leyes no son estrictas, mucho más para las figuras futboleras. En Corea del Sur, todos los hombres entre 18 y 35 años están obligados a hacer el servicio militar durante dos años. Y la única posibilidad que exonera de esta obligación a un deportista, es obtener un logro importante representando al país. Una medalla olímpica, sin importar el color, o una medalla de oro en los Juegos Asiáticos, que se realizan cada cuatros años, son dos logros admitidos. Y desde el cuarto lugar de Corea en el Mundial 2002, se agregó como excepción tener un buen desempeño en una Copa del Mundo, en este caso, avanzar a octavos de final.

Son Heung-Min no pudo lograrlo en Brasil 2014, y tampoco lo hará en Rusia. Y como tiene 26 años, ya no le queda esa chance de eximición mundialista. Por eso el desconsuelo del delantero coreano, y también la preocupación de Tottenham, equipo que dirige el argentino Mauricio Pochettino, ya que podría quedarse sin una pieza importante en la temporada 2019/20.

Queda una chance, un último tiro para Son: los Juegos Asiáticos que se realizarán en Indonesia entre el 18 de agosto y el 2 de septiembre. Y la ilusión tiene sustento, ya que Corea del Sur fue medalla de oro en la última edición de 2014, aunque fue en Incheon y eran locales. Antes, sólo fue oro en 1986, también en casa (Seúl); y en 1970 y 1978, aunque con menos equipos participantes y con título compartido.

Lo cierto es que el destino de Son no depende de él. Está en manos de sus compañeros, que a favor de la situación hay que decir que apoyarán el intento con las mismas ganas, ya que obtener la medalla dorada también los eximirá del servicio militar.

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