Ciudad

Revierten toma de predio de la monja Jordán en Empalme

“Hubo algo que no se pudo dilucidar”, señalaron desde Control Urbano, y calificaron la usurpación como “inexplicable”.


Tras un intenso trabajo de las fuerzas de seguridad y momentos tensos que incluyeron piedras y un agente policial herido, pudo controlarse la toma del predio de la hermana María Jordan, en barrio Empalme Graneros. Según informaron desde Control Urbano, casi 100 agentes –entre personal de la Policía provincial y del municipio– formaron parte del operativo, que se llevó adelante entre el viernes a la noche y sábado a la mañana. Para David Sánchez, director de Control Urbano, ésta fue “una toma inexplicable”. “Hubo demanda de vivienda, sí, pero también algo más que no pudimos dilucidar”, dejó la incógnita. Al cierre de esta edición, el lugar se encontraba bajo control, con presencia de guardia preventiva tanto para seguridad de la hermana María Jordán como para evitar que el terreno sea de nuevo invadido.

“El conflicto comenzó el viernes por la tarde y participaron unas 300 personas. Nos hicimos presentes junto con agentes de la comisaría 20, pero fuimos apedreados y ante eso sólo logramos frenar la construcción de casillas”, relató Sánchez. “Para el sábado (por ayer) armamos un operativo más grande. Al acercarnos con más presencia policial, la gente se fue por medios propios. Hubo algunos momentos de tensión, pero tras aproximadamente cuatro horas de trabajo el predio está asegurado”. Del operativo participaron cerca de 70 policías, entre los que había miembros de la Guardia de Infantería, el Comando Radioeléctrico y la comisaría 20. Se le sumaron 30 agentes de Control Urbano y la presencia de funcionarios provinciales y municipales.

Una “gran incoherencia”

El terreno en cuestión está ubicado en barrio Empalme Graneros, más precisamente en calle Mariano Cabal al 1400 bis. Es un espacio coordinado por la hermana María Jordan donde no sólo funciona una capilla, sino también un jardín de infantes, clases de apoyo escolar, consultorios, talleres, una biblioteca, entre otros. “Un grupo de vecinos ha querido tomar posesión de nuestro predio, aún teniendo sus casas, y no sé por qué se les ha ocurrido quitárnoslo. Es un lugar de referencia porque aquí no hay servicios del Estado, está a servicio de la comunidad, por eso es una gran incoherencia. Una maldad”, manifestó la hermana Jordán.

Motivos no esclarecidos

La extrañeza del director de Control Urbano se condice también con el relato de la hermana Jordán. Sus declaraciones están colmadas de rumores, de dudas. No hay datos concretos sobre las razones ni los quiénes. Sí se sabe que fueron los propios vecinos del lugar, y que los rumores incluyen un presunto peligro inminente: “Dicen que están armados y han preparado bombas molotovs. Todos están asustados”, informó Jordán. “Yo me pregunto qué quieren. Nos genera dolor que nuestra gente haya arruinado lo que construimos, y a la vez llama la atención el hecho de que haya estado muy bien preparado. Creo que una de las causas principales está en los planes sociales, que quitaron la dignidad del trabajo y del esfuerzo”.

Comentarios