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El día después de la tragedia

En Japón se iniciaron las tareas de rescate. Los medios calculan que las víctimas superarán las 1.700 en al menos 9 provincias. Fuerte réplica sísmica sacudió Tokio. Hay millones de habitantes sin luz ni agua.

Pasadas las primeras 24 horas luego del terremoto más fuerte registrado desde que se toman mediciones sismológicas en Japón, y que derivó en un tsunami devastador en la costa noreste del país, continuaban ayer las operaciones de rescate. Las cifras de muertos y desparecidos por ahora eran sólo estimaciones que se develarán con mayor precisión a medida que avancen las tareas de las zonas afectadas. Los medios japoneses calculan que la cifra final de víctimas superará los 1.700 en al menos nueve provincias.

Poblaciones enteras desaparecieron del mapa y la ciudad de Rikuzentakada –con más de 20.000 habitantes– sufrió una gran destrucción. Ahí la policía encontró entre 300 y 400 cadáveres de residentes. Más de 200.000 personas se encuentran en refugios de emergencia.

En la provincia de Miyagi con 17 mil habitantes, una de las más afectadas, sigue sin saberse nada de unas 10.000 personas, según medios locales.

A la vez, las réplicas del terremoto siguen difundiendo el pánico incluso en regiones alejadas al epicentro.

Tokio recuperaba la normalidad lentamente, entre los nervios ante las réplicas del sismo y el temor a que la ciudad pueda quedarse sin suministro eléctrico, tras la explosión en la central nuclear de Fukushima.

Al mediodía, la capital nipona fue sacudida por una réplica, de 4,3 en la escala de Richter, la primera con epicentro en la región de Tokio.

Por el terremoto muchos ciudadanos se vieron obligados a pasar la noche en la ciudad, las plazas hoteleras estaban colapsadas y algunos pernoctaron en su lugar de trabajo, por lo que recién por la mañana de ayer pudieron empezar a regresar a sus hogares.

El servicio de trenes del sur de la ciudad y de subtes se fue restableciendo, pero los transportes hacia el norte siguen cerrados. Además, permanecen sin actividad los 13 aeropuertos de la parte septentrional del país.

Otra de las zonas afectadas es la localidad japonesa de Kesennuma, ubicada también en el noreste del país, que está sumergida en una tercera parte por el agua ingresada a tierra firme luego del tsunami.

La ciudad, habitada por 74.000 personas, cerca de Sendai, sufrió también grandes incendios provocados por el terremoto, de acuerdo a lo señalado por la agencia Europapress.

Los daños ocasionados por el sismo hicieron que al menos 1,4 millones de viviendas en Japón no dispongan de agua corriente y se estima que 3 millones de japoneses están sin servicio de luz.

Para las tareas de rescate en las zonas afectadas fueron desplegados unos ocho mil soldados y cientos de navíos y aviones. En el operativo, iniciado ayer, trabajarán en total  50.000 personas.

Mientras más de 50 países ofrecieron apoyo a Japón, la ONU, por su parte, enviará un equipo de expertos para ayudar a los equipos de rescate locales. Los expertos forman parte del sistema de coordinación para la gestión de desastres del organismo, una red de respuesta rápida que actúa en casos de catástrofes.

“Estamos listos para proporcionar lo que Japón pida o ponerlo en contacto con socios bilaterales” dijo Elisabeth Byrs, de la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Ginebra.

En tanto, decenas de equipos del mundo entero están en alerta en caso de que el gobierno nipón requiera su intervención y –en este sentido– la Cruz Roja y funcionarios de la ONU señalaron que el personal activo en Asia puede desplegarse con gran rapidez.

Suiza, con sólidos lazos con Japón, señaló que Tokio le solicitó equipos de búsqueda y rescate y 25 especialistas, junto con 9 perros entrenados que viajarán hoy a la isla.

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