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Explosión en planta nuclear sembró el temor radioactivo

Autoridades japonesas aseguraron que el estallido no afectó al reactor y que “por ahora, no hay riesgo”. Cuatro heridos por la fuerte explosión en central nuclear Graves accidentes de centrales nucleares en los últimos 30 años El riesgo de fusión nuclear

Una explosión registrada ayer en una de las dos centrales nucleares de Fukushima –en emergencia luego del terremoto de anteayer en la costa noreste de Japón–, sembró el pánico internacional por un posible desastre atómico, y resurgió el fantasma del accidente nuclear de Chernobyl de 1986, en Ucrania. Sin embargo, las autoridades japonesas informaron que el estallido no afectó al reactor nuclear de la instalación y que los niveles de radiación en el lugar cayeron tras la explosión. “Por ahora, no hay riesgo inmediato”, afirmó Yuko Edano, jefe del gabinete japonés. En tanto, al cierre de esta edición, la refrigeración de un segundo reactor dejó de funcionar y presentaba riesgo de explosión (ver recuadro).

El estampido ocurrió a las 15.30 hora local, en una torre eléctrica situada cerca del reactor número 1 de la central Fukushima I (también conocida como Daiichi), ubicada a unos 250 kilómetros al noreste de Tokio. Imágenes de la televisión mostraron una fuerte explosión en el lugar, seguida de una larga columna de humo gris. La planta había sufrido daños en su sistema de enfriamiento por el terremoto.

“Cualquier daño sobre la protección del reactor es enormemente improbable”, expresaron las autoridades japonesas. Sin embargo, y como nueva medida preventiva, el área de evacuación respecto de las dos plantas nucleares de Fukushima se amplió de 10 a 20 kilómetros luego de la explosión, según reportó la agencia Europapress. En ese marco, unas 45.000 personas fueron evacuadas del área, a la que solo pueden ingresar los equipos de emergencia y expertos nucleares.

Edano, jefe del gabinete, indicó que el estallido no fue en el contenedor del reactor sino que fue provocado por una falla del sistema de bombeo, ocurrida mientras los trabajadores intentaban bajar la temperatura. “Se produjo una reacción química entre hidrógeno y oxígeno”, explicó el funcionario. “El depósito que protege al reactor está en orden y los niveles de radiación han bajado desde la explosión, por ahora no hay riesgo inmediato”, afirmó.

En tanto, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (Aiea), amplió que la explosión se produjo por el calentamiento repentino de los gases de hidrógeno liberados, lo que en teoría no acarrea ningún aumento de la radiación, indicó el vocero Ian Hore Lacy.

“Con la explosión, el hidrógeno desaparece y ya no hay nada que temer”, desdramatizó el científico.

Más allá de la voz de tranquilidad que llevaron las autoridades ante el estallido, el gobierno japonés se preparaba para repartir entre la población cercana dosis de yodo, un elemento útil para prevenir el cáncer de tiroides, que fue una de las dolencias que más afectó a las personas expuestas a las radiaciones de Chernobyl.

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