Policiales

Violencia sin fin

Cuatro allanamientos por el crimen de Jimi Altamirano dejan un detenido por tener una escopeta

Los operativos fueron en la localidad de La Carolina y en Villa Gobernador Gálvez en el marco de la pesquisa por el asesinato del joven músico cometido el 1° de febrero en la puerta 6 del Estadio de Newell´s, a quien le dejaron un cartel con un mensaje mafioso para una facción de la barra leprosa


Un hombre de 34 años quedó detenido este miércoles luego de que le incautarán una escopeta y más de un millón de pesos tras cuatro allanamientos que se hicieron en las vecinas localidades de La Carolina y de Villa Gobernador Gálvez. Los operativos se llevaron a cabo por el homicidio del artesano y músico Lorenzo “Jimi” Altamirano, secuestrado al azar el 1° de febrero pasado y asesinado a tiros unos minutos después frente a un acceso al estadio del club Newell’s Old Boys en el parque Independencia.

El fiscal Matías Edery, a cargo de la pesquisa, solicitó este miércoles un allanamiento en La Carolina y tres en Villa Gobernador Gálvez para dar con los autores del asesinato del joven músico, que según la pesquisa fue utilizado “como mensaje” en una disputa interna de la barra leprosa, de la que era totalmente ajeno.

Como resultado de los allanamientos fue detenido un hombre de 34 años identificado como Cristian A., señalaron fuentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), fueron que llevó a cabo los procedimientos.

Voceros judiciales indicaron que el hombre quedó, en primera instancia, detenido por tener en su poder una escopeta calibre 16. “Por ahora no lo tenemos directamente vinculado al homicidio”, apuntó una fuente relacionada al caso.

Los allanamientos fueron en calle El Caldén sin número de La Carolina y en pasaje Público sin número; Irala al 700 y pasaje San Rafael al 3000 de Villa Gobernador Gálvez.

En la casa de El Caldén donde detuvieron al sospechoso, identificado como Cristian A. había un enorme cuadro de Scarface, la película protagonizada por Al Pacino que cuenta la historia de un poderoso narcotraficante. En ese lugar los pesquisas secuestraron cinco celulares, una escopeta calibre 16, un rifle de aire comprimido, 4 municiones, una tarjeta SD, 1.103.900 pesos, 116 animales entre los que había 11 caballos, 36 chanchos, 30 ovejas, 9 terneros y 30 gallinas que quedaron a disposición del SENASA.

El crimen con mensaje mafioso

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El asesinato se cometió cerca de las 23 del 1° de febrero pasado en la cuadra de Morcillo al 2500, frente al estadio de Newell ‘s Old Boys. Al menos tres varones a bordo de un Renault Sandero negro,  bajaron a Lorenzo “Jimi” Altamirano del vehículo y uno le disparó en cráneo, tórax y pierna izquierda. A pesar de haber sido trasladado al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), la víctima, de 28 años, murió antes de la medianoche en la guardia.

Entre la ropa del joven encontraron una nota con mensajes dirigidos a presos vinculados a la banda narco de Los Monos. Escrito en lapicera sobre una hoja cuadriculada decía: “Damián –Toro–  Escobar, Leandro –Pollo– Vinardi y Gerardo Gómez dejen de sacar chicos del club para tirar tiros en Rosario”.  Los dos primeros están señalados como hombres de confianza de Ariel “Guille” Cantero, el jefe de la banda de Los Monos y tenían fuerte influencia en facciones de la barra del club.

Según la investigación a cargo de Edery y el fiscal Luis Schiappa Pietra, el joven, músico de una banda punk y malabarista, fue secuestrado esa misma noche en un automóvil en la intersección de Ovidio Lagos y bulevar 27 de Febrero.

Se trata de un extremo del Parque Independencia de Rosario, a pocas cuadras del estadio de Newell’s.

De acuerdo a la pesquisa, el músico había estado antes en un ensayo y acompañó a una amiga hasta ese lugar, donde unos minutos después lo “levantó” un auto, que lo llevaría hasta el acceso a la cancha.

Allí, según la grabación de una cámara de seguridad, un hombre lo bajó del vehículo y le disparó tres veces.

Los fiscales indicaron que se trató de una víctima escogida al azar para enviar “un mensaje” a un sector de la barra brava del club, enfrentada a otra facción.

Pero aclararon que Altamirano no estaba relacionado ni con la barra Leprosa ni con las tramas narcocriminales que la atraviesan, entre las que se destaca la presencia de la banda conocida como Los Monos.

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Schiappa Pietra explicó también que tras los primeros pasos de la investigación que “esta persona que no estaba dentro de los entramados criminales y que “no existe ningún tipo de vinculación con el fútbol, la barra, ni con una estructura delictiva”.

“Tenía una vida muy sencilla, estaba en un grupo de rock”, completó el funcionario del MPA sobre la sorpresa que provocó ese homicidio.

En ese sentido, agregó: “es muy triste usar una vida para comunicar, estos hechos no pueden naturalizarse y por eso tenemos que actuar en consecuencia”.

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