Se trata de un documental que apunta a recuperar esa rememoración que pudo hilvanarse cincuenta años después, donde se narran con delicadeza crímenes que pusieron en jaque a la misma condición humana.
La llama de la memoria, estrenado en 2020, presenta un retrato de David Galante, un judío sefardí de la Isla de Rodas (Grecia), sobreviviente de Auschwitz en Polonia, que logró llegar a la Argentina e hizo su vida en el país.
La película obtuvo más de quince premios en diferentes certámenes internacionales: mejor corto documental en New York Movie Awards, mejor película en Amsterdam World Film Festival, mejor diseño sonoro en Florence Film Awards y mejor director en Hollywood Gold Awards, entre otros.
Un documental imprescindible
La llama de la memoria, mediometraje de 40 minutos del realizador, artista plástico y músico rosarino Rodrigo Aloras radicado en Suecia, gestado y desarrollado de manera independiente y convertido en un verdadero fenómeno por la cantidad de premios y reconocimientos recibidos en este último tiempo, indaga en una historia que tiene al nazismo como escenario.
El material dirime sobre uno de los “agujeros negros en la historia de la humanidad”, y toma como protagonista el periplo de David Galante, nacido en la Isla de Rodas (Grecia) en 1924 y fallecido en Buenos Aires en julio del 2020, a los 93 años. Cuando Rodas es ocupada por los Nazis en 1943, el joven David es llevado junto con su familia en el contexto de un éxodo de casi dos mil judíos al campo de concentración de Auschwitz, el mayor centro de exterminio del nazismo. Al finalizar la guerra, Galante se reencontró con su hermano y llegó a la Argentina, donde edificó una vida de familia, teniendo en claro que el destierro era una marca, incluso desde mucho antes, quizás por ser descendiente de los judíos expulsados de España durante la Inquisición.
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