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Lo que dejó Felipe a su paso

El ex presidente español dijo ante empresarios, políticos y periodistas que “la Argentina tiene muchas posibilidades”, pero llamó a “diversificar” su producción e incorporarse “a la sociedad del conocimiento”.

Antes de brindar su charla en el teatro El Círculo el jueves pasado, acompañado por el intendente Miguel Lifschitz y el gobernador Hermes Binner, el ex presidente español Felipe González disertó en un hotel de Rosario durante un almuerzo al que fueron invitados políticos, empresarios, funcionarios y periodistas. Allí, habló sobre la necesidad de las naciones de ser previsibles, sobre el optimismo necesario para conseguir el desarrollo y aseguró que “Argentina tiene muchas posibilidades” y una gran “potencialidad”, siempre que diversifique su producción y no siga atada al precio internacional de los granos, mediante la incorporación “a la sociedad del conocimiento y a la revolución tecnológica”.

Ante un auditorio atento, González aseguró que “la economía no es una ciencia” porque “si bien los economistas nos explican maravillosamente lo que pasó, nunca nos dicen lo que va a pasar”. En ese sentido, dijo que la economía “depende de un intangible como es la confianza, que es como la fe, depende del estado de ánimo de la gente. Cuando voy a Asia la gente está convencida de que lo que está viviendo hoy es mejor que lo que ha vivido nunca y que lo que van a vivir para el futuro es mucho mejor de lo que están viviendo ahora”.

Según González, en Europa pasa todo lo contrario. Y, en América latina, dice que él es más optimista que sus ciudadanos. “Soy más optimista que lo que veo en la opinión pública, salvo en Brasil”, señaló, para agregar: “Ellos creen que están viviendo un momento que nunca han vivido antes. Hace 25 ó 30 años me decían: «Siempre Brasil tiene un futuro brillante y un presente jodido». Por primera vez el presente y el futuro se han unido y los brasileros creen que ya lo hicieron. ¿Que tienen problemas? Claro que tienen problemas, y muchos, pero Brasil es optimista, cree que están viviendo mejor y que el futuro les pertenece”.

El ex presidente español también habló de la previsibilidad. “Tenemos que preguntarnos cuáles son las prioridades de las que depende el futuro de la inserción de nuestros países. Los países pasan de ser emergentes a desarrollados por varios factores combinados, uno de los que más me interesa es la previsibilidad en el proceso de toma de decisiones”, dijo.

Y agregó que “si el proceso éste es previsible no es incierto. El desarrollo exige inversión a medio y largo plazo en sustitución de la inversión que tiene prisa por recuperar lo invertido, porque no sabe lo que va a pasar dentro de 3, 4 o 5 años”. Por eso, afirmó González, es “necesaria la previsibilidad” que aliente inversiones sustentables en el tiempo.

El dirigente llamó también a “hacer grandes pactos educativos” y a “pedirle a nuestros centros educativos que nos ayuden a anticipar el futuro, a hacer la vanguardia de lo que tiene que ser el futuro de nuestros países y que no sea la vanguardia de lo que ya fue hace 60 años y fracasó”.

Según González, si se apunta al capital humano por vía de la educación “Argentina tiene muchas posibilidades, enormes potencialidades”. Pero, para eso, “tiene que diversificar, no puede ser un país que viva de la exportación de materias primas aunque aproveche el precio de ellas, tiene que ser una Nación que se incorpore a la sociedad del conocimiento y a la revolución tecnológica”.

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