Un incendio que se originó en una casilla precaria del barrio Ludueña terminó consumiendo otras dos y por eso siete familias quedaron en la calle. Según los vecinos, los bomberos tuvieron problemas para controlar el fuego y debieron ayudarlos a baldazos. Finalmente fueron asistidos por los Bomberos de Villa Gobernador Gálvez con otra cuba de agua.
El hecho ocurrió ayer cerca de las 16 en Felipe Moré y Tucumán, zona noroeste, jurisdicción de la comisaría 12ª. Las llamas se originaron cuando una estufa cayó en la cama de una de las viviendas. Una mujer que habitaba en ese lugar alcanzó a sacar a sus hijos, pero todas sus pertenencias se perdieron en el accidente.
El fuego se expandió y tomó otras dos casillas linderas. Sólo en la primera de las casas vivían siete personas, entre la pareja de jóvenes, suegros y menores.
Los bomberos llegaron rápido al lugar pero vieron complicado su trabajo por carecer de una toma de agua con presión, además de tener las mangueras pinchadas (algo que ya se vio en un hecho de la semana pasada y que derivó en sanciones a una agente que planteó ese problema).
Ante ese panorama, los vecinos usaron baldes y los cargaron con agua de las zanjas para colaborar e impedir que el fuego alcance a otras viviendas de esa zona con necesidades básicas insatisfechas del oeste rosarino.
Según dijeron referentes del barrio, fueron siete las familias que quedaron en la calle, entre ellos bebés de 13 días a chicos de 14 años y ancianos.
En tanto, desde la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad informaron anoche que ya les están brindando los recursos básicos necesarios al momento, como colchones, frazadas, calzado y alimentos, además de la contención profesional que requiere la situación.
Tras eso, también se transmitió que los damnificados se encuentran momentáneamente alojados en casas de familiares.
Con todo, la idea del Ejecutivo es que mañana esas familias sean convocadas para una entrevista individual en la sede de la Secretaría de Promoción Social en función de evaluar los daños y las necesidades de cada una de ellas en particular; y plantear el acompañamiento a seguir para que recuperen sus espacios.
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