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Paso a paso después de las Paso

Por David Narciso


contratapa

Daniel Scioli se abraza al vínculo político con la presidenta de la Nación. Tras la victoria de Sergio Massa sobre el candidato de la Casa Rosada, va en su socorro como el bombero que salvó a la mujer que gritaba en la ventana durante la catástrofe de Salta al 2100. Se puso los cortos, los botines y salió a la cancha, listo para cargarse lo que queda de campaña hasta octubre, a pesar de que ni siquiera le dejaron tocar las listas de la provincia que gobierna.

Ocurre que la suerte de Cristina en provincia de Buenos Aires es también la  el futuro del gobernador. Scioli apuntala a la presidenta al mismo tiempo que edifica su futuro político, es decir la candidatura presidencial de 2015. Apuesta a que a ella no le vaya mal en “estos dos últimos años” y a heredar la estructura del kirchnerismo, pero deja claro que no es kirchnerista, ni es Néstor ni Cristina.

La no foto

Ese es el mensaje que dejó el gobernador bonaerense a encumbrados directivos de las principales corporaciones económicas durante la reunión del Consejo de las Américas, por la que también desfilaron otros gobernadores y referentes de la oposición, como De Narváez y Stolbizer.

Una curiosidad del encuentro es que se hizo con la modalidad de la “silla caliente”, donde los oradores llegaban al hotel, eran ingresados individualmente al salón auditorio, decían lo suyo y se iban. Todo cuidadosamente preparado para evitar fotos que des-pertasen suspicacias, especialmente en el gobierno nacional, según la presunción de uno de los participantes.

A lo sumo los invitados se cruzaban unos instantes mientras esperaban. Eso explica la foto conjunta entre el gobernador kirchnerista de Chaco, Jorge Capitanich, el presidente de la Corporación América, Eduardo Eurnekian, y dos gobernadores que trasuntan buena onda cada vez que se cruzan: Scioli y el gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti. Según el relato de un testigo presencial, fueron unos 10 minutos y “sólo se hablaron generalidades”.

Tras salir del hotel, Bonfatti voló a Chile. Entre las actividades oficiales y la foto con Ricardo Lagos soltó conceptos sobre la política nacional: “Algunas voces están con planteos muy locos, como querer apurar el final de un proceso que termina en 2015”, en referencia a dirigentes de la oposición rabiosa y en línea con lo que expresó el martes, también en una entrevista radial, Hermes Binner cuando dijo: “Queremos ayudarla, es nuestra presidenta y queremos que lo sea los próximos dos años”. No fue casualidad que también dijera lo suyo el ministro de Gobierno Rubén Galassi, número dos del gobierno provincial: “…pareciera que hay algunos sectores que quieren que el mandato termine o, por lo menos, condicionarlo antes de tiempo”.

“En Santa Fe está el único proyecto serio alternativo al kirchnerismo en el país y no lo planteamos con un discurso desde un canal de cable de la ciudad de Buenos Aires, sino con acciones de gobierno desde una de las principales provincias del país”. Así coronó Galassi la semana en la que la plana mayor del socialismo apostó a “poner sensatez”.

Futuros aliados

Esa “sensatez” sumada a plantear a Santa Fe como “el único proyecto serio alternativo al kirchnerismo” implica diferenciarse, tomar distancia. No sólo del PJ disidente y el PRO de Macri, sino de la misma UCR. Cabe recordar que quien instaló “el planteo loco” de arrebatarle la Cámara de Diputados al oficialismo en los días inmediato posteriores a las Paso fue el cordobés Oscar Aguad. No puede decirse que todo el partido radical piense igual, pero lo cierto es que terminó enredado.

Los radicales se reunieron en los días posteriores a las Paso para celebrar resultados en muchas provincias que, a entender de los festejantes, estarían indicando una vuelta de la UCR a las primeras ligas.

Sin embargo, más que una celebración, aquella reunión en Buenos Aires con Julio Cobos como carta ganadora pretendió ser una demostración de fuerza. ¿Dirigida a quién? Es probable que tuviera varios destinatarios, pero seguro uno de ellos era el socialismo.

Socialistas y radicales preparan una confluencia de perfil socialdemócrata a expresarse en alianza parlamentaria primero y en alternativa electoral en 2015. El desafío para los correligionarios es, más allá del extendido peso territorial del partido, cómo llegar a ese año con una figura que supere la proyección nacional de Binner.

El laberinto peronista

El Frente para la Victoria se encerró ayer en la capital provincial a repensar la estrategia para las elecciones de octubre. El objetivo sigue siendo recuperar el segundo lugar.

Las experiencias con las Paso indican que rara vez los votantes cambian las tendencias en el corto plazo que va de las primarias a la general. Sin embargo, el análisis que primó ayer fue que el peronismo estuvo desmovilizado y que se trabajó muy poco por la lista de diputados nacionales. “Creo que a lo sumo desplegamos el 30% de la capacidad que tiene el peronismo de movilizar y militar. Hecha esa autocrítica, vemos ahí la oportunidad de crecer y recuperarnos”, contó uno de los presentes, que a modo de justificación explicó: “Estuvimos todos metidos en las listas distritales, en pelear los candidatos en cada pueblo o ciudad y no se trabajó para la lista que encabeza Obeid. Ahora que los candidatos ya están definidos creemos que va a ser distinto”.

La reunión

A la reunión de ayer a la mañana asistieron todos los sectores del Frente para la Victoria. Además, enviado por la Casa Rosada, el viernes aterrizó en Sauce Viejo el asesor presidencial Juan Carlos Mazzón, quien mantuvo reuniones con distintos grupos y referentes.

Palabras más, palabras menos, Obeid planteó en el arranque del encuentro que lo que pasó, pasó, y que lo importante era el futuro. Mazzón, que ya tenía un diagnóstico propio por todo lo que escuchó en las reuniones privadas, terminó bendiciendo el rumbo y partió a Buenos Aires con las noticias.

“Fue una reunión inteligente, no hubo lugar para reproches ni catarsis. Se expusieron algunos errores cometidos que no hay que repetir, pero se trabajó hacia adelante”, contó uno de los participantes.

El replanteo que se hace el Frente para la Victoria pasa por dos ejes centrales. El primero es la designación de Mario Lacava, mano derecha del ex gobernador, como jefe de campaña, lo cual implica una conducción unívoca y el manejo de los recursos, cuestiones estas dos que fueron motivo de varios roces durante las prima-rias. Claramente perdió espacio La Cámpora, que desempeñó ese rol hasta el domingo 11.

Lacava estará acompañado por una especie de comando electoral a integrarse por referentes peronistas, cuya misión es seguirle el pulso a la campaña y amoldarla a la realidad de cada región de la provincia.

La segunda cuestión central es el giro discursivo que se prepara. Según la descripción de otro de los presentes, pasará por una “fuerte valoración de lo conseguido por el gobierno nacional, pero también de la figura de nuestro candidato”.

Ese giro apunta a corregir uno de los principales déficit. En la práctica significa darle flexibilidad a los candidatos locales, intendentes y presidentes de comuna para que cada uno, conociendo las características de sus localidades, pueda a su manera “conectar lo local con lo nacional”. “Todos apoyamos el proyecto nacional, pero cada uno tiene sus particularidades”, se explicó.

Estos cambios se traducirán en afiches publicitarios donde ya no será imperativa la vinculación de la imagen de JObeid con Cristina, y aparecerán otros del candidato a diputado con los candidatos a concejales o presidentes de comuna.

El golpe de timón está encaminado. Más adelante, cuando las encuestas canten si se está en el ascensor que va hacia arriba y no en el que va para abajo, llegará el momento de que la Casa Rosada y el FpV resuelvan cómo y cuándo se involucrará la presidenta en la campaña santafesina.

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