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Política Internacional

Inesperado destape de secretos del acuerdo con Irán

Cristina se despidió el lunes de las Naciones Unidas con un último discurso que en ningún momento hizo alusión a una despedida, sino que tuvo el tono de una auditoría final sobre cómo se comportó el mundo, y sobre todo Estados Unidos.


Cristina de Kirchner se despidió el lunes de las Naciones Unidas con un último discurso de contenido inesperado, por lo menos en uno de sus tramos centrales. No fue un mensaje con las mismas claves que años anteriores. Está claro que un presidente que deja el mando no puede tener la misma visión que quien piensa que el año siguiente estará de nuevo trajinando cumbres y bilaterales o evitando choques. De ahí que el mensaje de anteayer, aunque en ningún momento incluyó alusión a una despedida, tuvo el tono de una auditoría final sobre cómo se comportó el mundo, sobre todo los Estados Unidos, en cada tema clave que pasó por su mandato presidencial.

Si la Argentina no suele estar en la agenda del mundo, sobre todo en los medios que raramente miran al país durante estas sesiones de la ONU, esta vez el discurso puede ser la excepción. Sin duda, habrá repercusiones de una revelación que hizo la presidenta y que complica a los Estados Unidos: la negociación por la limitación al plan nuclear de Irán, que se muestra por estos meses como un logro de la administración de Barack Obama, ya había comenzado cuando Mahmud Ahmadinejad era presidente de la República Islámica y no tras la apertura que se dio con las elecciones en ese país, como se conoció públicamente.

El camino para tal revelación involucró la participación de la Argentina, como explicó la mandataria Kirchner en su mensaje de 40 minutos ante la ONU, que seguramente debe estar haciendo estallar crisis varias en el Departamento de Estado en Washington.

Secretos destapados

El relato de Cristina de Kirchner incluyó revelar que en 2010 los Estados Unidos le pidieron a la Argentina que le entregara uranio enriquecido a Irán para proveer al reactor Teherán, al que el país ya había provisto en 1987 con control internacional, porque ya había comenzado las negociaciones con Irán por el programa de control nuclear y la falta de combustible para ese reactor entorpecía las negociaciones.

De hecho, hasta reveló el nombre del asesor de la Casa Blanca que visitó al canciller Héctor Timerman con ese pedido, Gary Seymour, y recordó que su respuesta fue que lo pidieran por escrito. El mundo diplomático no está acostumbrado a relatos de ese tono de parte de mandatarios.

Pedido de “ayuda”

“Él nos vino a ver con una misión, con un objetivo que la Argentina que había provisto en el año 1987, durante el primer gobierno democrático y bajo el control de la OIEA, la organización internacional en materia de control de armas y regulación nuclear, el combustible nuclear del denominado reactor Teherán. Gary Seymour le explicó a nuestro canciller, Héctor Timerman, que estaban en negociaciones precisamente para llegar a un acuerdo y que la República Islámica de Irán no siguiera enriqueciendo uranio, o lo hiciera a menor cantidad, pero que Irán decía que necesitaba enriquecer este reactor nuclear de Teherán”.

El terrorismo

La mención al tema llegó en medio de una dura acusación, aunque indirecta, al gobierno de Obama por las incógnitas en el mundo sobre el origen de los fondos que financian a organizaciones terroristas como Isis, con toda su parafernalia técnica cinematográfica que la presidenta describió el lunes en la ONU.

¿Cómo llegó a esas revelaciones? El razonamiento arrancó con una felicitación a Obama por el éxito de la negociación nuclear con Irán y le deseó que el Capitolio no le bloquee ese acuerdo, recordando que el memorando argentino con Irán pasó por el Congreso en Buenos Aires.

De nuevo, comparó las dos situaciones y la condena para el caso argentino contra la aprobación para la negociación por la limitación nuclear con Irán.

Se sabía, y este diario lo había anticipado, que el mensaje final de Cristina de Kirchner a la ONU incluiría una dura crítica al gobierno de Obama, con quien la Casa Rosada nunca tuvo una buena relación personal, aunque en los temas estratégicos pareció siempre existir sintonía. De hecho, la mención de anteayer sobre los Estados Unidos pidiéndole a la Argentina ayuda para avanzar en una negociación con un país acusado de alimentar el terrorismo internacional, es prueba más que suficiente de la cooperación en temas complicados que siempre hubo entre Washington y Buenos Aires, más allá de los discursos de barricada. Por eso, impactó más el mensaje de la presidenta con revelaciones que forman parte de los secretos de Estado.

Fiscal y espía

El caso del fiscal Alberto Nisman, obviamente, estaba en el medio de todo, al punto que Cristina de Kirchner le pidió al gobierno de Obama que no protegiera más a espías que habían sido despedidos en la Argentina. Sin mencionar su nombre, se refería a Antonio “Jaime” Stiusso, de quien se afirma que está viviendo en Miami,

El mensaje de Cristina de Kirchner arrancó agradeciendo al organismo la votación de la aprobación del 10 de diciembre pasado para limitar la injerencia de los fondos buitre en las renegociaciones de deuda soberana. De hecho, hasta llevó anotados cada uno de los 9 puntos que se incluyeron en esa resolución y los leyó y analizó para no olvidarlos.

Buitres, Nisman, Irán, todos temas clave de la administración de Cristina de Kirchner pasaron por el mensaje. Algunos, con tono festivo, como el triunfo en el caso buitres, otros con amargura, la misma que siempre manifestó la presidenta ante el mundo por las críticas que recibió ante el memorando con Irán.