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El rock del país está acá: Rosario hace la bandera festival

Unas diez mil personas disfrutaban este sábado en el Hipódromo del Parque de la Independencia de un encuentro iniciático, que promete repetirse año a año, con las bandas más representativas del país. El desfile de bandas iba a cerrarse, ya entrada la noche, con los esperados Babasónicos


Gentileza Festival Bandera

Con el estreno del mote “cuna del rock nacional”, en una jornada en la que el clima primaveral acompañó tras una jornada lluviosa, los acordes alternados en los tres escenarios del Hipódromo hicieron bandera desde la primera tarde de lo más granado del rock del país. Así el Festival Bandera, con miles de chicas y chicos, y no tan chicas ni tan chicos, transitó hasta bien pasada la medianoche, cuando estaba prevista la finalización, en el disfrute del aire libre y la cultura popular en un encuentro que promete repetirse año a año.

Con cobertura en vivo desde las siete de la tarde por el canal público de Santa Fe, 5RTV, y a 53 años del disco iniciático de Los Gatos Salvajes (Nebbia, Fogliatta y cía), tres de los cuatro puntos cardinales ya habían tenido para entonces su norte desde temprano: Cuatro Pesos de Propina, Bubis Bayins y Matilda arrancaron a calentar la tarde. Dos de los escenarios, en el oeste y el este, ubicados uno al lado del otro, fueron mostrando de manera alternada las bandas. El del extremo sur proponía una alternativa simultánea.

Quienes fueron llegando con el sol arriba pudieron recorrer stands o acercarse a un sector ubicado bajo una tribuna donde se montó una muestra fotográfica de Los Pericos. Y donde fueron furor los videojuegos noventistas. Sonaban al caer la tarde Emanero, Barbi Recanati, De la Gran Piñata y las locales Alto Guiso.

Con Dancing Mood, el crédito local Coki Debernardi y sus burritos asesinos y El Kuelgue las colas para comprar cerveza comenzaron a hacerse cada vez más y más largas. Cuando llegó el turno de Guasones, la hinchada “más rolinga” flameó banderas y coreó los temas/himnos. Era una previa de fuste para la llegada de una de las bandas revelación de los últimos años: Los Espíritus. En otro sector del extenso óvalo del Hipódromo, chicas y chicos sentados en canastita, charlando tranqui, y otros caminando de un lado a otro, “un público más progre” (definió un asistente), esperaban por Miss Bolivia.

Ya entrada la noche los organizadores calculaban al menos veinte mil personas en el predio. Y aún faltaba lo más esperado: en los distintos escenarios la promesa era El Plan de la Mariposa, los también locales Cortito y Funky, Las Pastillas del Abuelo y, en el tablado del oeste Babasónicos, antes de la Delio Valdez. Una promesa que también se renueva para el año próximo, en la idea de que el encuentro se meta de a poco, año a año, en el circuito de festivales nacionales con Rosario, y sus músicos, como bandera.

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