Edición Impresa

Con Brasil, por créditos y la balanza automotriz

“Excelente” fue la calificación del ministro de Economía, Axel Kicillof, tras finalizar el encuentro que mantuvo con el ministro de Industria brasileño, Mauro Borges.

“Excelente” fue la calificación del ministro de Economía, Axel Kicillof, tras finalizar el encuentro que mantuvo con el ministro de Industria brasileño, Mauro Borges, mientras partía apresurado pasadas las 17 horas del martes para ir a ver a la presidenta Cristina de Kirchner en Olivos.

Casi una hora duró la reunión que mantuvieron los ministros de Industria y Comercio, Borges, con Paulo Rogerio Caffarelli, vicepresidente del Banco Do Brasil y secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, y con el asesor presidencial Marco Aurelio García. Por Argentina, además de Kicillof, estuvieron Débora Giorgi, por Industria, y Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Central, entre otros funcionarios de ambos países.

El motivo del encuentro fue el de avanzar en un nuevo régimen automotor que revitalice el intercambio entre ambas naciones como asimismo mejorar la balanza comercial sectorial deficitaria para Argentina. Kicillof abrió el encuentro planteando justamente este último punto y manifestando su preocupación por el déficit que Argentina mantiene con Brasil.

Con números en la mano, el titular del Palacio de Hacienda les demostró a los funcionarios del vecino país cómo había disminuido el comercio bilateral perjudicando a la Argentina. “Brasil ha comprado un 17 por ciento menos de vehículos a nuestro país y, por el contrario, aumentó las adquisiciones a la extrazona”, se quejó Kicillof aunque, según comentaron varios de los asistentes, todo el diálogo se caracterizó por el tono amable.

El ministro de Brasil, Borges, no negó estos datos y se ocupó de aclarar que las mayores compras de vehículos a la extrazona no respondían a que los automóviles fabricados en la Argentina no sean competitivos. “Es una estrategia de las automotrices”, se excusó, según comentaban en fuentes de Brasil.

Esto fue lo que determinó que en la próxima reunión, a llevarse a cabo el martes o miércoles de la semana que viene en Brasil, van a sumar a las dos entidades que nuclean a las empresas de automóviles: Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) y Asociación de Fabricantes de Vehículos de Brasil (Anfavea).

Kicillof continuó exhibiendo datos concretos del intercambio desfavorable para la Argentina. “Ustedes disminuyeron las compras a nuestro país en un 18 por ciento y nosotros solo un 4 por ciento”, comparó, y prosiguió: “En el primer trimestre del año pasado nuestro déficit con ustedes representó unos 250 millones de dólares y este año ya llega a los 700 millones”.

Esto dio lugar también para que el funcionario dejara en claro que las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) no constituyen un obstáculo para exportar al vecino país, mientras asentía el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa.

Los funcionarios brasileños no replicaron estas cifras y reiteraron la oferta de financiar las exportaciones argentinas a través de la banca comercial. Al tiempo que Kicillof agradecía la propuesta, le replicaba a su par: “De nada nos sirve que nos financien si no equilibramos primero la balanza comercial”.

Cabe recordar que la Argentina tuvo un déficit con Brasil de 3.100 millones de dólares el año pasado y las ventas a Brasil casi no crecieron y sumaron 16.463 millones de dólares, mientras que las importaciones se elevaron 9 por ciento interanual, alcanzando a 19.616 millones de la misma divisa.

Cuando se avanzó en los aspectos más técnicos, la ministra de Industria Giorgi hizo hincapié en la necesidad de lograr un acuerdo más compensado en el sector automotriz. “Es cierto que el año pasado tuvimos un superávit comercial por la venta de autos terminados de 389 millones de dólares, pero no logramos compensar el déficit de 2.767 millones de dólares que tuvo el comercio de autopartes”.

En este punto es donde la Argentina insistió en extender por un año más el protocolo automotriz vigente, que vence el 30 de junio, pero con una mayor integración de piezas locales, tema que será conversado la semana que viene con los empresarios del sector en Brasil. Tanto la Argentina como Brasil coincidieron en apuntar a que las terminales automotrices de ambos países se “comprometan” a ir hacia un equilibrio comercial.

La semana que viene tendrán que negociar cara a cara tanto los principales directivos de Adefa como los de la poderosa Anfavea (Associação Nacional dos Fabricantes de Veículos Automotores) ante la mirada atenta de las más altas autoridades de Brasil y la Argentina.

Comentarios