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Luis de Guindos, el Cavallo español

Luis de Guindos es el ministro de Economía del gobierno español de Rajoy.

Domingo Cavallo no ha muerto, está vivo y a sus recetas, que no eran propias  ni originales y son  las mismas que repiten los seudo economistas de la mal llamada libertad de mercado, obedeciendo las órdenes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, las están probando en Europa.

Europa, desesperada por salir de la crisis, no piensa que las crisis tienen causas y orígenes. Todo es consecuencia de distintas iniciativas.

La primera, y la más fácilmente demostrable, es que la concentración de la riqueza y el aumento de la pobreza son el factor principal. La pobreza quita capacidad de consumo y esta recesión genera más desocupación y más pobreza, y menos consumo. Y así sucesivamente con el agravante de que, a medida que se avanza en la caída, la aceleración aumenta y el proceso se agudiza.

La crisis europea actual es reconocida por todos como la consecuencia de la burbuja financiera y los llamados “títulos basura”, actividades íntegramente vinculadas con los sectores financieros, la banca, las calificadoras de riesgo que jamás comunicaron que estaban sentados sobre una bomba que debía estallar sino que los países y los bancos tenían la calificación máxima, “triple A”.

Nuestro país conoció los riesgos de esa sigla siniestra en nuestra historia reciente. Recordemos las pantallas de los noticieros criollos en 2001, en la cual se aplicaron a rajatabla las reglas del “libre mercado”.

Lo increíble de esta historia es que mientras hablamos de inseguridad frente al robo minúsculo y de seguridad jurídica para proteger al capital, a nadie se le ocurrió ningún castigo para los banqueros que mintieron, vendieron papeles truchos, desfinanciaron a los países, hicieron desaparecer los ahorros privados.

Cavallo supo endeudarse como ningún otro sin hacer obras. Endeudó al país con la nacionalización de las deudas privadas cuando, en 1982, duplicó la deuda existente llevándola de 20 mil millones a 40 mil millones. Después, este importante “súper” ministro de Economía, gran técnico, durante los gobiernos de Carlos Menem y de Fernando dela Rúacumplió el imposible milagro de triplicar nuevamente la deuda para llevarla de 62 mil millones a 200 mil millones. Esto también hay que remarcarlo; ese logro fue a pesar de los ingresos por la venta de 300 empresas, una de las petroleras más grandes del mundo, entre otras.

Para lograr su objetivo y el de sus cómplices nacionales e internacionales cerró los bancos chicos para favorecer a los bancos internacionales, refinanció la deuda a cada rato para que los bancos internacionales ganasen plata en cada operación, hizo lo imposible por conseguir un déficit comercial para fundir empresas y endeudar al país, un déficit fiscal cobrando menos impuestos a la riqueza, sostener el Estado con los impuestos al consumo que afecta a los más pobres.

Ahorala Europamilenaria quiere probar el manjar de los “sudacas”. Está convencida de que a la crisis se la combate entregando el poder a los presidentes y funcionarios de bancos  que lograron vender basura por oro hundiendo a Europa y el mundo. El fracasado presidente de Lehman Brothers para “salvar”la Economíade España. No le alcanzó con estafar, junto a sus socios, a los connacionales. Ese hombre, Luis de Guindos, quien sin pelos en la lengua ya declaró que su país está en recesión y que habrá 5 millones de españoles desocupados, tiene méritos suficientes para presidiario. Sin embargo, no sólo anda suelto y sin castigo social, nunca anduvo desocupado aunque tenga méritos suficientes. Como en un cuento de gallegos lo condecoran como economista ejemplar y le ofrecen el Ministerio de Economía, hecho que demuestra que el nuevo gobierno ibérico no quiere que la península supere este momento económico.

Ellos sólo quieren y buscarán mantener este nivel de zozobra social para seguir aplicando ajustes y amenazando con fantasmas aunque en verdad sabe que los enemigos de la sociedad no son fantasmas. Si saben que se vuelven invisibles a los ojos de los ciudadanos comunes, gracias a muchos medios de comunicación, a pesar de que, con trajes y corbatas, se disfracen de señores serios, de banqueros, de mercados de capitales, de hombres de la “Bolsa”. Otro calvo fue a Europa. Una ministra italiana ya lloró, ¿cómo terminará este Cavallo de los españoles?

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