Ciudad

Volvieron los maestros artesanos

Por Paola Cándido.- Hasta mañana pueden verse en el Patio de la Madera obras de creadores seleccionados en todo el país. Creaciones en papel maché, cerámica, arcilla y madera se exhiben junto con mates, bombillas, y otros objetos para decorar o para usar todos los días.


artesano

Desde el viernes y hasta mañana se puede visitar en el Patio de la Madera la VI Feria Nacional de Artesanías y Maestros Artesanos, donde artistas seleccionados en  todo el país exhiben sus obras. La actividad, que ya se convirtió en una tradición, se puede visitar de 14 a 21 –hasta mañana– con un costo de la entrada de 20 pesos y 10 para jubilados.

Los artesanos exhiben trabajos, uniendo diseño con tradición, saber con creatividad y materialidad con paciencia. A lo largo de la exposición se pueden ver verdaderas obras de arte, novedades, diseños utilitarios y ornamentales, objetos trabajados en cerámica, cuero, fibras naturales, maderas, hierros en todas sus expresiones.

Además, cada día hay espectáculos en vivo, talleres, confección y demostración en vivo de obras de manos de los maestros artesanos, repartidas a lo largo de todo el predio.

Guillermina Fillaster es de Córdoba y trabaja hace 15 años con papel maché. “Uso la técnica antigua donde se le puede dar utilidad, además de la decoración. Lo que se hace actualmente tarda 24 horas. A mí preparar el papel me lleva de tres a cinco meses, por eso es diferente y se le puede dar utilidad. Trabajo con la fibra del papel y por eso es súper resistente”, explicó.

Además de mostrar sus creaciones, los artesanos, claro está, venden. Y hay precios para todos: relojes por 140 pesos; imanes para heladeras, 12; ceniceros, 40; copetineros (para la picadita) a 110; cuadros a 350. “Con cosas chicas se puede rellenar un espacio grande y con 80 pesos solucionaste un espacio”, remató Guillermina.

Axel Amuchástegui hace seis años que se dedica a hacer cerámica esmaltada, combinada en colores negros y blancos. “Lo que hago es para uso y apta para microondas. Es como una loza y la cerámica tiene una doble horneada a 1060º, por eso la resistencia. Un desayunador –un plato y una taza– cuesta 80 pesos; una azucarera, 45 pesos. Sólo la taza, entre 40 y 45; un juego de café de seis tazas con la bandeja, desde 190 hasta 210; ceniceros de 20 pesos en adelante. Para los fanáticos del té en hebras: una taza con infusor con tapa: 70 pesos; tazones para hacer consomé o tomar cereales 55; mates térmicos (con doble pared) a 45”.

Virginia Rodríguez Ferrari es docente y empezó a hacer juguetes en madera como hobby, para sus amigos y familiares. Hoy vive de eso y trabaja con pinturas no tóxicas, barniz al agua y sin clavos, ni tornillos.

Las paletas salen 50 pesos; los baleros 60 pesos; ratoncitos que andan en bicicleta y pizarrones 30; escaladores 60.

Roque González se dedica a trabajar con cuchillos y cuero, desde chico y trabaja con clientes particulares. Los rebenques que –hechos con acero quirúrgico– salen 500 pesos; un tenedor y un cuchillo para el asador, 500; las cuchillas osciclan entre los 500 y los 2.000 pesos.

Enrique Aguiar llegó desde La Plata y hace 20 años que se dedica a hacer mates, bombillas, yerberas y cucharas. El mate más económico cuesta 45 pesos y el más caro 700. El material con el que trabaja es alpaca, las soldaduras son en plata y las calabazas seleccionadas.

Eduardo Ferraro trabaja con metales reciclados en hierro: partes de autos, rulemanes, remaches, alambres, tejidos, entre otros. Un saxo tamaño mediano cuesta 950 pesos; un caballo –integramente hecho con repuestos de autos y piedras ensambladas –2.500; una réplica de una moto Puma 250; un minicolectivo, 1.200; un perro, 95; un avión 60.”Son todas piezas únicas y todas son esculturas. Hay piezas que te llevan hacerlas dos o tres días, otras una semana, depende de lo que uno vaya encontrado. Hay que ingeniarse para ver en qué se va usar cada parte”, resaltó.

Ariel Mamaní vino desde Jujuy y se dedica desde su más tierna edad –por herencia de sus padres y abuelos– a trabajar con arcilla.”El material se llama pirca, que se mezcla con otra arcilla roja, para darle elasticidad”, especificó el artesano.

Las cacerolas están desde 120 a 180 peso con tapas; las cazuelas entre 20 y 25; los chanchitos para ahorrar, de 40 en adelante.

Por su parte, Victoria Garay, organizadora de la feria, explicó que el objetivo es sostener la importancia de la artesanal y la particularidad es que son artistas con trayectoria. “En la última década creció mucho y se van encontrando artesanos que viven de esto. Son varias las rutas de las ferias de artesanos: la del aborigen en Santa Fe, la de Córdoba, de Berazategui. También hay representantes de las ferias del parque Alem, del Boulevard y del Monumento. La particularidad es que no es lo que se acostumbra a ver en otros lugares. Cada artesano tiene su identidad, su gusto, su manera de producir particular”, concluyó la organizadora.

Comentarios