Carina Ortiz
La nueva oficina para la Atención de Víctimas de Violencia de Género y Familiar del Ministerio Público Fiscal se puso en funcionamiento hace un mes. Está ubicada en los Tribunales provinciales de Balcarce y Pellegrini y tiene como eje la contención y tratamiento de problemáticas que tengan que ver con violencia familiar y de género. En este último caso, no sólo los que ocurren intramuros. La oficina funciona en la faz civil y después de la denuncia se activan mecanismos de intervención. En particular, informar al juez para que defina una medida de protección ya sea en un fuero de familia, laboral o civil. Si existe la sospecha de un delito –amenazas, daño, lesiones, violación de domicilio entre otros– informan al Ministerio Público de la Acusación (MPA) para que intervenga en la Justicia penal. Si bien ya existía una oficina desde 2009 tras la sanción de la ley de Violencia Familiar de la provincia de Santa Fe, el lugar trataba sólo casos de violencia doméstica y de género intramuros. Durante el primer mes de trabajo la nueva oficina recibió un promedio de 30 denuncias por día. El 75 por ciento estaban vinculadas a la violencia machista. El restante era intrafamiliar. Otro dato de interés es que la oficina releva si el denunciado tiene un arma. De las 702 denuncias en 27 casos la oficina tuvo que girar la actuación al MPA porque la tenían. En muchos casos la Policía allanó para buscar las armas.
Oficina
La ley 11.529 de Violencia Familiar de la provincia dispuso la creación de oficinas de atención sobre la problemática. En los Tribunales rosarinos la disposición legal comenzó a cumplirse en 2009 con la Unidad de Información y Atención a la Víctima a cargo del fiscal Guillermo Corbella. Hasta 2014 se dedicaba a asesorar y trabajar tanto denuncias penales como civiles. Desde la puesta en marcha del nuevo sistema procesal penal la esfera penal quedó bajo la órbita del MPA y a la unidad le quedaron todos los casos que se tramitan en fueron civiles, de familia o laborales aunque trabajan en coordinación con el MPA.
Corbella explicó que un proyecto del procurador Jorge Barraguirre tuvo acogida de la Corte provincial a través de una acordada dictada el 8 de mayo pasado donde se aprobó la creación de la oficina para la atención de víctimas de violencia de género y familiar. La importancia de la problemática y la necesidad de atenderla a través de un órgano específico en el ámbito judicial fueron los fundamentos para crear esta oficina que brinde atención, contención y un trato diferenciado. Para hacerlo, la Corte dispuso que se adopten las medidas pertinentes para su puesta en funcionamiento. Y en eso trabaja el equipo a cargo de Corbella. “En los casos en los que no hay otra intervención de entes públicos, se activa el protocolo de asistencia. Se determina el caso y se da intervención al juez que corresponda para brindar una medida de protección a la víctima, que es urgente y provisoria. En caso que el hecho violento incluya un delito se da intervención al MPA y si ya hay denuncias previas se toma un comparendo de la persona y se informa que hay un nuevo acto violento aunque no configure delito”, explicó Corbella.
Además de la capacitación de los operadores judiciales se trabaja sobre la conformación de un equipo interdisciplinario propio de la oficina, pero por el momento cuentan con el equipo del tribunal que asiste a todos los fueros. También realizaron un convenio con la Defensoría del Pueblo de Santa Fe para contar con sus profesionales en caso de ser necesario.
En números
En promedio el nuevo espacio recibe unas 30 denuncias por día y el 75 por ciento fueron por violencia de género. Las consultas restantes que no son consideradas como una denuncia por violencia de género son derivadas a otras dependencias.
Otro dato de interés es la presencia de armas en poder de los agresores. Entre los datos que se relevan se pregunta a las víctimas si hay armas en la casa o en poder del agresor aunque no hayan sido usadas para amedrentar a la víctima.
Durante mayo hubo 702 denuncias. En 27 casos los denunciantes confirmaron la existencia de armas. En estos casos la oficina informa al fiscal de turno de allanamientos para que evalúe su intervención y la necesidad de una investigación penal.
Replicadores
Una referente en género dentro de los Tribunales es la jueza de Familia Andrea Brunetti. Es replicadora de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en cuestiones de violencia de género y violencia familiar. Los replicadores trabajan en módulos que luego aplican en sus ámbitos de trabajo, incluso fuera de ellos. En Rosario son 4 funcionarias que asistirán a un encuentro en junio. “Si bien el Poder Judicial es el último lugar donde llegan los casos consumados, la prevención puede estar en evitar un mal mayor. Ante un caso de violencia, la disposición de una orden judicial y el incumplimiento conlleva una sanción que puede ser ejemplar y ello ayuda a bajar la violencia”, explicó Brunetti. También citó como ejemplo una reciente condena a un hombre que incumplió reiteradamente la orden de prohibición de acercamiento.
“La violencia de género es amplísima y abarca todos los fueros. No es exclusiva de los juzgados de familia, que actúa cuando hay violencia familiar, que no es lo mismo”, explicó la replicadora y agregó: “Incluso una situación entre dos personas de distinto sexo no necesariamente es violencia de género porque hay una mujer, debe haber otros componentes como el odio al género femenino. Por ello consideramos importante que todos los actores del sistema, no importa el fuero, estén capacitados en el tema y puedan identificarlos los casos, contenerlos y darles una respuesta desde el Estado”.
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