Ciudad

Violencia en hospital: ahora le tocó al Gamen

Personal del centro de salud sufrió tres graves agresiones en seis horas.


vilolenciadentro

Tal como ocurrió meses atrás en la guardia del hospital Roque Sáenz Peña, ubicado en zona sur, un efector público de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez –el Hospital Gamen– fue escenario durante el fin de semana pasado de agresiones de pacientes y familiares hacia personal médico con características similares. Mismas armas (de fuego y blancas), número de atacantes y modus operandi: un herido es atendido y, entre insultos y forcejeos, el grupo que lo acompaña pretende ingresar al consultorio. Ante la negativa, le siguen golpes, amenazas a camilleros y médicos más la llegada de la Policía. Lo diferente del caso del Gamen fue que tres de estos hechos se registraron en menos de seis horas entre las 23 del sábado y las 5.30 del domingo. Consecuencia de los incidentes y tras la presión de de los delegados de Amra, el director del nosocomio, Adrián Rascon, prometió a los delegados sindicales colocar una puerta nueva en el consultorio de guardia y agregar un policía durante los días de semana y dos durante los días sábados, domingos y feriados. Desde Amra seccional Santa Fe pidieron que se restringa la cantidad de acompañantes que puede tener un paciente.

Según relataron desde el gremio, cerca de las 23 del sábado un hombre con una herida de arma blanca en el tórax ingresó a la guardia del Gamen. De acuerdo a esta versión, estaba acompañado por un grupo de personas que, con insultos y a los gritos, intentó entrar al consultorio de guardia. Adentro había dos médicos de guardia de adultos y de pediatría, respectivamente, más un camillero, un empleado administrativo y un empleado de seguridad privada, quien alertó a la Policía. Los uniformados llegaron momentos después y dispersaron al grupo de violentos. Más tarde, en similares circunstancias, amigos de un paciente que había ingresado amenazaron de muerte al personal por lo que tuvo que intervenir la Policía. A las 5.30 del domingo unas 30 personas ingresaron al hospital mientras otro grupo de pacientes era atendido a cuenta de respectivas heridas de arma blanca y de fuego. Con la exigencia de ingresar a la guardia para ver a los pacientes, uno de ellos rompió con la culata de un revólver uno de los vidrios de la sala. Desde el sindicato plantearon que fuera del horario habitual de trabajo –de 20 a 8–, el acceso a la guardia sea restringido, esto es, sólo un acompañante por paciente, tal cual pasó con muy buenos resultados en el Hospital Roque Sáenz Peña.

Comentarios

10