Se inauguraron las obras de ampliación y remodelación del club Agrupación Infantil Oroño, en Presidente Quintana 1940, en el corazón de Villa Moreno. Los trabajos, que forman parte del Proyecto Moreno, para el que trabajan en conjunto la Municipalidad y la provincia a través del Plan Abre, y el gobierno nacional mediante el Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba), concluyeron con el corte de cintas que encabezó la intendenta Mónica Fein junto a autoridades de la institución.
La inversión de la obra –de 3 millones de pesos–, incluyó la remodelación y construcción de los vestuarios y sanitarios, el recambio de las conexiones a la red de agua potable, y tendido eléctrico y la adecuación de las instalaciones del actual buffet. También se ejecutó una nivelación del terreno de la cancha, en cuyo perímetro se instalaron seis torres de iluminación, y se levantó un cerco de hormigón y rejas.
La intendenta Fein expresó su reconocimiento a la comisión directiva de la institución y “a los que no bajaron los brazos”, y recordó: “Nos habíamos planteado que este lugar se iba a transformar por la acción de los vecinos y vecinas en un lugar de conmemoración a la vida, por eso, para conmemorar la vida, para comprometernos con el futuro, estamos dando el primer gran paso”.
Desde el pie
En marzo del año pasado, vecinos y organizaciones sociales participaron de una audiencia pública donde se presentó un proyecto de obras de infraestructura para el barrio Villa Moreno.
En esa reunión con los vecinos se acordó como objetivo central mejorar de modo sustancial la calidad del hábitat de las familias del barrio, que cobró “notoriedad” cuando Jeremías Trasante, de 17 años, Claudio “Mono” Suárez (19) y Adrián “Patom” Rodríguez (21) se juntaron en la madrugada del 1° de enero de 2012. Eran tres jóvenes militantes sociales, que terminaron de la peor manera: fueron el blanco de una cadena de venganzas entre bandas narco que contaban con cómplices policiales y con las que ellos tres, y un sobreviviente que se salvó por milagro, no tenían nada que ver.
Los mataron con una ametralladora, como prólogo de un año sangriento. Más de 30 balas ensangrentaron la canchita de fútbol de Moreno y Presidente Quintana, adonde los pibes esperaban a unos amigos para terminar los festejos del Año Nuevo.
Cinco años después, a metros del paredón donde la imagen de los tres jóvenes forma un mural para resistir el olvido, los tres jóvenes tuvieron un homenaje que mejora la vida del barrio.
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