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Vienen a asegurarse la mesa

La India busca en América latina tierras para garantizarse el suministro de productos agrícolas. Dicen que ya adquirió 600 mil hectáreas en la Argentina y 130 mil en Brasil para cultivar caña de azúcar.

Compañías de la India están recorriendo América latina en busca de oportunidades para invertir en tierras, ya sea a través de la adquisición o el arriendo, que les aseguren un suministro de materias primas de origen agrícola. El gigante del subcontinente asiático necesita cada vez más tierras aptas para la agricultura, con el objetivo de garantizar la alimentación de una población de unos 1.100 millones de personas.

El grupo inversor Walbrook, encabezado por el empresario indomalayo Pakiri Arumugam, compró cerca de 600.000 hectáreas en la Argentina, según el embajador indio en Buenos Aires, Rengaraj Viswanathan.

Si bien Arumugam es de nacionalidad malaya, su etnia tamil, del sur del subcontinente asiático, lo vincula con la India.

Por su parte, la empresa india Shree Renuka Sugars adquirió 130.000 hectáreas de tierra en Brasil para la producción de azúcar. Esta organización es la principal refinadora de azúcar y productora de alcohol de India, y facturó unos 1.200 millones de dólares en el año fiscal 2010.

“India es, por cualquier medida, un país relativamente pobre en recursos naturales y abundante en mano de obra, mientras que América latina y el Caribe es generalmente lo opuesto”, explicó un informe del Banco Interamericano de Desarrollo.

Los indios conocen bien el modelo de subcontratación, con el que han triunfado en el mundo con el uso de tecnología y mano de obra barata.

Dada la relativa escasez de capital y potenciales riesgos al comprar tierra en América latina, adaptaron ese modelo a la producción agrícola.

“Latinoamérica puede ser el mejor destino para la subcontratación agrícola, plantando para exportar a Asia y Medio Oriente”, consignó Dave Ramswamy, socio de Allied Venture, una consultora de capitales uruguayos que opera este negocio en India.

Ramswamy admitió que esta operatoria ya está bien establecida en Sudamérica. “No promovemos la compra de tierras per se; el mercado de arriendos agrícolas en Argentina, Uruguay y algunas partes clave de Brasil está bien desarrollado; se puede pagar un monto y realizarlo”, dijo Ramswamy.

Sin embargo, la complementariedad y las futuras necesidades de la India ilustran un escenario de profundización de este tipo de emprendimientos.

“La agricultura es un negocio de agua, Latinoamérica tiene el 26 por ciento del agua dulce del mundo, Asia tiene el 60 por ciento de la población y menos del 25 por ciento del agua del planeta”, explicó Ramswamy.

En la India “las napas se secan, la producción disminuye y con el cambio climático los patrones de lluvias cambian. Asia está encaminada hacia una tormenta perfecta en suministro de alimentos”, vaticinó. Un informe de la Nasa, la agencia espacial estadounidense, utilizó tecnología satelital para estudiar la situación agrícola en el gigante asiático.

“Aunque el uso de aguas subterráneas ha sido uno de los principales impulsores de la producción de granos para la alimentación en países en desarrollo como la India, hay creciente evidencia que su uso no ha sido sostenible”, concluyó el informe publicado en 2010.

El mismo trabajo alerta sobre una pérdida de velocidad en la expansión de la frontera agropecuaria en el subcontinente y la merma en áreas disponibles para la agricultura con el proceso de urbanización que acompaña el actual crecimiento económico de este mercado.

Los empresarios “irán directamente a acuerdos de arriendo en América latina y traerán alimentos a Asia”, explicó Ramswamy.

“Comprar tierras no es un gran negocio”, ya que a tasas de rentabilidad alrededor del 7 por ciento anual el empresario evalúa que Asia es una mejor oportunidad para inversiones, concluyó.

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