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Viejos son los trapos

Adultos mayores de Rosario serán guionistas, productores y actores de cortos, como parte de un Taller Audiovisual de la Escuela de Gerontología municipal.


Adultos de más de 65 años de la ciudad de Rosario producirán cortometrajes de entre 60 y 100 segundos en los que abordarán temas relacionados con la salud, las relaciones intergeneracionales y la educación vial, informaron directivos de la Escuela de Gerontología de la Municipalidad.

El proyecto “60/100. Taller audiovisual para adultos mayores”, que fue destacado entre otros siete por una fundación que premia iniciativas educativas en todo el país, comenzará el miércoles 18 para unas 40 personas de las zonas centro y norte de Rosario.

“Serán guionistas, productores y actores de cortos de entre 60 y 100 segundos para decir lo que siempre tuvieron ganas de decir, y a viva voz”, dijo Claudia Dunda, coordinadora de la escuela que abre cada año para unos 500 adultos mayores espacios educativos y recreativos sobre literatura, manualidades o idiomas.

La Escuela de Gerontología de la Municipalidad, conocida por su curso anual de asistente gerontológico, obtuvo el tercer lugar de mérito entre las siete propuestas distinguidas con el XVI Premio Bienal Proyectos Educativos y Personas Mayores de la Fundación Navarro Viola.

Los temas que trabajarán los adultos mayores salieron de las Charlas para Compartir, otro espacio que funciona los lunes en la escuela de la calle Buenos Aires al 800, desde hace varios años.

En esas charlas se abordan temas sobre Adultos Mayores y Sida, Educación Vial y Adultos Mayores, Productividad en la Pasividad, Alimentación y Salud, o Relaciones Intergeneracionales, entre otros, informó Dunda.

Los participantes asistirán a algunas de las dos sedes del norte y centro de la ciudad donde se desarrollan las charlas y los distritos con más concentración de población de más de 65 años, según el censo poblacional de 2010.

“Harán circular sus relatos, los que se emitirán por la tele, los cines de Rosario e incluso se plasmarán en notas en medios gráficos”, explicó Dunda.

“El taller, que pondrá a los adultos mayores en el lugar de productores, guionistas y actores, será dirigido por el diseñador de Imagen y Sonido Ariel Vicente y el licenciado en cine y nuevos medios Nicolás Ortiz”, precisó la coordinadora del proyecto.

“Hablamos de los derechos universales y, en base a ellos, los del adulto mayor, en el marco de un cambio paradigmático en su mirada, porque el adulto mayor de hoy no es el que representaba a mi abuela”, sostuvo Dunda.

A Haydeé Shaade, de 79 años, que integrará el grupo, el proyecto de hacer cortos para la tercera edad le pareció “espectacular”.

“La propuesta nos va ayudar mucho a elaborar y a difundir situaciones vividas que tenemos adentro”, aseguró.

En tanto, para José Manuel Bassi, 83 años, que trabajó como técnico químico industrial toda su vida, la experiencia de hacer un corto le hace “sentir algo de miedo. No mucho”, señaló, “pero el que aparece ante lo desconocido”, dijo al presentarse como uno más del grupo que va a producir cortos próximamente en la Escuela de Gerontología.

Contó que se imagina más produciendo que actuando y que “por su interés por la historia y la literatura” se imagina a sí mismo como “un buen narrador” y destacó que ese rol es el que hoy disfruta sobre todo con sus nietos.

“La idea es que el adulto mayor pueda expresarse a través del trabajo audiovisual, con todo lo que significa este formato, el cine básicamente. Porque el cine representa parte de su infancia y de su historia”, explicó la coordinadora de la EGMR.

Para Dunda, hay una necesidad del adulto mayor de construir un relato de sí mismo y de romper con esa imagen o paradigma del “no interés” o de la “pasividad”.

“Los cortos ayudarán a reforzar la imagen de una ancianidad activa, más aún teniendo en cuenta que los protagonistas serán ellos mismos”, afirmó.

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