La candidata a gobernadora bonaerense de Cambiemos, María Eugenia Vidal, daba anoche la gran sorpresa en las elecciones en la provincia de Buenos Aires, al imponerse con casi el 40% de los votos sobre al postulante del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, quien quedaba cinco puntos por debajo.
Con el 54% de las mesas escrutadas, la referente del PRO obtenía 39,89 puntos y vencía al jefe de Gabinete del gobierno nacional, que cosechaba 34,59%.
De mantenerse la diferencia a favor de la vicejefa de Gobierno porteño, Vidal logrará un hecho histórico, al convertirse en la primera mujer en gobernar la provincia más grande y de mayor peso electoral en el país. Además, logró un triunfo no peronista, que no se daba en la mayor provincia del país desde 1983, cuando ganó el radical Alejandro Armendáriz a caballo de la gran elección de Raúl Alfonsín para presidente.
“Esta noche estamos haciendo historia, hicimos posible lo imposible, cambiamos resignación por esperanza. Sólo quiero decirles: ¡Gracias! Un gracias enorme, gigante por tanta confianza”, sostuvo la dirigente macrista al salir al escenario del búnker instalado en Costa Salguero minutos después de que se difundieran los primeros datos oficiales.
Y agregó: “Quiero que sepan que los escuché, que escuché su mensaje de hoy, un mensaje de diálogo, de estar cerca, de trabajar mucho. ¿Saben lo que dicen los millones de votos que nos encontramos esta noche? ¡Se puede, se puede!”.
El candidato del Frente para la Victoria, en tanto, e encontraba anoche en el Hotel Intercontinental junto a su equipo de campaña y no había ofrecido su mensaje tras conocerse los resultados del escrutinio provisorio.
En tanto, el postulante de UNA, Felipe Solá, reconoció tempranamente su “tercer puesto”, al que accedía con el 19,30%, casi la misma cifra que había obtenido en las Paso.
Al admitir su derrota, poco después de las 22, el diputado nacional se había referido a la posibilidad de que la candidata de Cambiemos fuera gobernadora: “Si fuera Vidal, le recomiendo que tenga la moderación y la amplitud necesaria para gobernar una provincia tan difícil”.
Finalmente, el postulante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Néstor Pitrola, se quedaba con el cuarto puesto con el 3,79%, mientras que su par de Progresistas, Jaime Linares, quedaba último con 2,43 puntos.
Alicia Kirchner se imponía en Santa Cruz
En la cuna del kirchnerismo, la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, se proclamaba como nueva gobernadora, en una elección donde Máximo Kirchner, hijo de la presidenta Cristina Fernández, lograba la banca de diputado nacional, según los primeros datos oficiales.
Con poco más del 20 por ciento de los votos en Santa Cruz, provincia que no adhirió a la ley de elecciones primarias y habilitó la ley de Lemas, el Frente para la Victoria sumaba el 59,78 por ciento de los votos, con Alicia Kirchner superando con amplitud dentro del mismo espacio al actual gobernador Daniel Peralta, quien buscaba la reelección.
El principal contrincante de Alicia Kirchner era el radical Eduardo Costa, de Unión para Vivir Mejor, que cosechaba el 38,02 por ciento de los votos y se quedaba con la interna del partido ante Osvaldo Pérez. En tanto, el Frente para la Victoria obtenía el 53 por ciento de los votos con la lista encabezada por Máximo Kirchner para diputados nacionales. En la elección para presidente de la Nación, el oficialista Daniel Scioli se imponía con el 52,15 por ciento por sobre Mauricio Macri, con el 23,2, y Sergio Massa, con 19,81.
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