Los diputados que integran la comisión de seguimiento del concurso de Vicentín se reunieron en Avellaneda con directivos de la empresa, después de haber hecho lo propio con el juez que lleva adelante el concurso, Fabián Lorenzini, con funcionarios municipales de Reconquista y Avellaneda y con dirigentes de los sindicatos de aceiteros y de desmontadores de algodón.
En el tramo final del periplo por el norte provincial, los legisladores tuvieron un contacto mano a mano con el empresario Sergio Nardelli y otros integrantes del directorio de Vicentín.
En ese encuentro, los responsables de la empresa reconocieron una deuda de 1350 millones de dólares, de los cuales 300 millones son con el Banco Nación.
“El Banco Nación fue uno de los pilares de la operatoria de Vicentín desde su fundación en 1928”, les dijeron los empresarios a los legisladores provinciales.
Ante los directivos de Vincetín, los diputados de la comisión de seguimiento dejaron en claro que la prioridad es proteger las fuentes de trabajo (hay 7000 empleos en riesgo) y que no haya una mayor extranjerización del capital de la empresa, una de las principales exportadoras del país.
El presidente de la comisión, Luis Rubeo, mencionó que los empresarios hicieron hincapié en el nivel de inversiones realizado en los últimos años y que justificaron que la debacle financiera fue, en parte, por los cambios en los aranceles del aceite.
“Si Vicentín no consigue un socio que invierta 300 millones de dólares, no va a salir adelante. Nosotros entendemos que no tienen que vender las joyas de la abuela como la planta de Timbúes, de la cual ya cedió el 66% al grupo suizo Glencore. Esto sería muy grave para el país, porque nos quedaríamos sin un jugador nacional clave en este mercado”, indicó Rubeo.
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