Estuvo desaparecida cinco días. La principal hipótesis señala una venganza de ex pareja, efectivo de la Policía Federal como ella. Cuando la encontraron, sin rumbo, cerca de una villa de Liniers, el SAME la llevó a un hospital, y después a otro. Sus padres dijeron que “se la llevaron, la ataron a una silla y la torturaron”. Un jefe médico del Churruca, donde recibe asistencia psicológica, aseguró que “medicamente está perfecta”. Misterio y dudas sobre la desaparición de Verónica Maidana, la policía de 29 años que hace siete es policía.
“Tiene una pequeña lesión en un dedo menique de la mano derecha”. “Medicamente se encuentra en perfecto estado de salud”. “Lo que cuenta la paciente no tiene nada que ver con la parte física que nosotros pudimos observar”. “En la vista microscópica está bien, pero no puedo descartar ni confirmar que sufrió torturas”. Todas esas declaraciones pertenecen a Pedro Iglesias, director del Hospital Churruca, donde llegó Verónica tras ser atendida en el Velez Sarsfield. “La trajeron para acá cuando supieron que era policía”, explicó Iglesias, que luego confirmó que recibirá el alta en las próximas horas.
La misteriosa historia de Verónica se destapó con la denuncia de su desaparición el miércoles pasado, pero comenzó en noviembre de 2010. En esa época la joven agente Maidana informó a Asuntos Internos (AI) de la policía que había encontrado en el celular su ex novio Adrián Osvaldo Arias mensajes de texto que permitían sospechar que el oficial dejaba “zonas liberadas” en el microcentro para que actúen los pungistas. Verónica accedió a esos SMS porque Arias le prestó el teléfono para que lo use durante unos días. Hasta habría utilizado el celular de ella para utilizar los robos. Se estima que la agente llevó las pruebas a la oficina de AI, que inició un sumario interno. Luego de la denuncia fue trasladada de la comisaría primera, en la que se desempeñaba junto a Arias, a la 49°. Dos meses después desapareció.
Según el impreciso relato de Juan y Silvia Maidana, los padres, Verónica se escapó de una casilla de una villa cercana al barrio de Liniers y fue encontrada por efectivos de la comisaría 44. El SAME la llevó primero al Hospital Velez Sarsfield, y luego al Churruca.
“La vi y está muy débil y con golpes”, señaló Silvia, conmocionada por lo que le ocurrió a su hija. “Le pasó por denunciar focos de corrupción en la seccional primera, su pareja participó de esos hechos. “Este señor (por Arias) usaba el celular de ella”, describió en declaraciones radiales.
“Es una alegría enorme haberla encontrado. Ella va a seguir en la fuerza”, agregó Juan Maidana, quien afirmó que su hija recibió una herida en un tobillo. “Fue atada a una silla y torturada. Quedó muy débil”, completó el triste panorama.
Sin embargo, las versiones se contradicen con la información que proporcionó el centro de salud policial tras la revisión médica.
Ante una batería de consultas de periodistas de radio, gráfica y televisión, el jefe del Churruca respondió:
Periodistas: Los padres habían dicho que tiene quemaduras en la boca y en los pies…
Pedro Iglesias: No tiene quemaduras. En los pies tiene vesículas (ampollas) por el desgaste del uso del calzado. Lo que pudo haber sido por mucho caminar.
P.: (Sus padres) dicen que la torturaron.
P.I: Desconozco. Lo que cuenta la paciente no tiene nada que ver con la parte física que nosotros pudimos observar. En la vista microscópica está bien, pero no puedo descartar ni confirmar que sufrió torturas.
P.: ¿Cómo está ahora?
P.I.: Con asistencia psicológica, está con el psiquiatra.
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