La Municipalidad aseguró que el ascensor del Fonavi donde el último fin de semana murió un nene de 2 años estaba clausurado y que si funcionaba, “lo hacía bajo violación de clausura”. Así lo aseguró el director general de Alumbrado Público, Jorge Nocino, de cuya área depende la fiscalización de los ascensores en la ciudad.
“Este ascensor está clausurado desde hace dos años porque no había ninguna empresa habilitada para que lo mantuviera en condiciones; nosotros regulamos la relación entre el consorcio y la empresa mantenedora del servicio y en este caso no existía, por ello lo habíamos clausurado. Si funcionaba, lo hacía bajo violación de clausura”, afirmó Nocino al describir la situación del ascensor de la torre E del Fonavi ubicado en Lorenzini 4676 (Grandoli al 4600), donde hace hoy una semana Nemías Burgos, de 2 años, cayó al vacío desde el 5º piso por el hueco del ascensor.
Pese a que el municipio desconoce que el ascensor funcionaba, hay una empresa que se dedicaba al mantenimiento de ese elevador. Incluso, en un papel, escrito a mano, pegado en el palier del edificio, figuraba un teléfono celular de la empresa Nograro, dedicada al equipamiento y servicio para ascensores. Si bien esta firma cuenta con permiso municipal para funcionar, “para este edificio no estaba autorizada, porque nosotros no la tenemos registrada”, aclaró Nocino.
El abogado de Nograro, que supuestamente hacía el mantenimiento en la torre E del Fonavi en cuestión, Jorge García Cupé, aseguró que “en absoluto hay responsabilidad de la empresa, no hay ninguna falla que le pueda ser imputada a mi cliente y no vamos a declarar nada más hasta que tengamos acceso al legajo”. El caso está en manos de Walter Jurado, fiscal adjunto de la Unidad Fiscal de homicidio culposo, quien aún espera reunir más elementos para determinar las acciones a seguir.
En diálogo con El Ciudadano, se le advirtió a García Cupé que desde el municipio aseguraron que el ascensor estaba clausurado y, por tal motivo, no había ninguna empresa que efectuara la tarea de mantenimiento. “Veremos lo que dice el expediente –respondió–, no hubo fallas técnicas en las puertas que se le puedan imputar a Nodraro”.
Con problemas
Los vecinos de la torre E fueron unánimes al describir que el ascensor en cuestión “siempre tenía problemas”. Nicolás Burgos, hermano del niño fallecido, le dijo a este diario que “hace un mes, más o menos, vino un muchacho y arregló todas las puertas, desde planta baja hasta el 10º piso, pero la del 5º se abría sola”. Justamente, desde donde cayó el pequeño Nemías.
Nocino, responsable del área municipal que controla los ascensores, reconoció que “en esos edificios nunca se presentaron empresas de mantenimiento o una empresa habilitada”.
Además hizo hincapié en las dificultades que tiene el personal municipal para inspeccionar las instalaciones. “Es un barrio difícil para hacer inspecciones; la última vez, incluso, nos acompañó la Policía”, dijo.
“Los vecinos piden que no clausuremos porque hay gente discapacitada. Son edificios con incumplimientos de todo tipo: de salubridad, no tienen luz de emergencia, las instalaciones eléctricas son muy precarias, no hay extintores; pero la clausura de los ascensores es de larga data. Para nosotros tendría que haber estado parado, si funcionaba era de manera informal”, concluyó.
El esfuerzo por cambiar la realidad
La postal en el barrio Fonavi de Grandoli y Gutiérrez es de abandono. Por ello, hace un año y medio, desde el gobierno provincial y municipal se lleva adelante el Programa de Esfuerzo para el Mejoramiento Barrial, con una inversión que supera los 150 millones de pesos, para las más de 100 mil personas que viven en barrios Fonavi.
El secretario de Hábitat de la provincia, Gustavo Leone, se refirió al caso de la desgracia ocurrida en la torre E, en el complejo de la zona sur: “Es un tema muy complejo. El Fonavi hizo la construcción de la vivienda y una vez que ésta ha sido adjudicada, gran parte del mantenimiento de sus instalaciones, las más básicas, como puede ser la de un ascensor, depende del titular o beneficiario, es decir de los vecinos. Ellos mismos decían que aportaban para el mantenimiento del ascensor, pero que en este caso no había sido arreglado. El informe que recibimos de parte del área que controla nos confirma que tenía clausura y esa clausura fue violada por los vecinos”. Leone aseguró que se está “trabajando en más de 20 Fonavis para mejorarlos”.
“Estamos capacitando a vecinos para la conformación de consorcios en cada uno de estos lugares para que cuiden su barrio. Una vez que la vivienda fue adjudicada, la responsabilidad de su cuidado no es toda del Estado, tiene que haber un compromiso de cada una de las familias que allí habitan”, añadió.
En los barrios Francetti, Acindar, Casiano Casas y del Sindicato de la Carne se realizó remodelación edilicia. “Se hicieron tareas de pintura y mejoras, y la gente se comprometió a la conformación de consorcios. El avance de la nueva ley que permite la escrituración es muy importante, no es de un día para el otro, porque en Rosario hay más de 100 mil personas que viven en estos barrios”, concluyó el titular de Hábitat.
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