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Golpe en el sur

Venado Tuerto: una familia vivió pesadilla

Ladrón se llevó al hijo (13 años) de matrimonio a buscar grueso del botín.


Una familia venadense vivió una pesadilla anteayer cuando un trío de asaltantes irrumpió en su vivienda y les exigió a los dueños de casa el dinero que habían cobrado por la venta de una propiedad. Como la pareja no tenía el efectivo que les pedían, uno de los ladrones se llevó al hijo del matrimonio, de 13 años, en el Toyota Corolla de la familia hasta la casa de la abuela materna para recolectar el grueso del botín. Una vez que la banda se hizo con 15 mil pesos que le entregó el matrimonio, más los 50 mil en efectivo y 250 mil en cheques que tenía la abuela, los asaltantes dejaron al adolescente con sus padres y huyeron en el auto de las víctimas, el cual –al cierre de esta edición– no había sido hallado por los uniformados de la Unidad Regional VIII, del departamento General López.

A las 8 de la mañana de anteayer, tres hombres armados ingresaron en una vivienda de Larriera al 1100, de la localidad de Venado Tuerto, ubicada 165 kilómetros al sur de Rosario. Los asaltantes ataron al propietario, Diego R., de 32 años, a su esposa Valeria T. y a su hijo de 13 y les exigieron que entregaran el dinero que habían cobrado hace poco tiempo producto de la venta de una propiedad. Las víctimas acataron la orden y les dieron 15.000 pesos en efectivo. Sin embargo, el trío no quedó conforme con el botín, por lo que continuó con las amenazas de muerte encañonando a cada uno de los miembros de la familia. En un momento, la mujer se vio obligada a llamar su madre Patricia F., de 52 años, para que preparara una mochila con el dinero en efectivo y los valores.

De acuerdo con el relato de las víctimas, uno de los asaltantes se subió al Toyota Corolla de la de la familia y se llevó como rehén al adolescente hasta la casa de su abuela, se bajó y retiró el bolso que contenía 50.000 pesos en efectivo y cheques por un valor de 250.000. Una vez que se hizo con el botín, el ladrón condujo hasta la vivienda de calle Larriera al 1100, dejó al hijo del matrimonio y esperó a que sus dos cómplices se subieran al Corolla para luego huir a toda velocidad del lugar, dejando a las víctimas maniatadas. En ese marco, los uniformados indicaron que, al cierre de esta edición, el automóvil de la familia no había sido hallado como tampoco los investigadores habían podido dar con el trío de asaltantes.

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