Este martes los defensores de los 25 acusados en la causa conocida como Los Monos comenzaron sus alegatos de cierre. Los primeros fueron los abogados de Ariel Máximo “Viejo” Cantero, Máximo Ariel “Guille” Cantero, Ramón “Monchi” Machuca, Leandro Vilches y Jorge Chamorro. Explicaron que la acusación fiscal probaría la responsabilidad de sus defendidos a través de escuchas telefónicas respaldadas por testimonios. Pero al desmenuzar el alegato fiscal concluyeron que de las 300 escuchas que se pasaron en el juicio en sólo tres casos lograron identificar a sus interlocutores a través de un peritaje de voz. A lo que sumaron que los testimonios a los que hicieron alusión no ratificaron sus dichos durante el debate y aseguraron que le agregaron contenido a sus declaraciones.
No dejaron pasar por alto la actuación de la Brigada Operativa de la División Judiciales que se creó en forma concomitante al informe que le presentaron al juez instructor Juan Carlos Vienna, que involucró a los Cantero en una serie de crímenes entre ellos el de Martín Fantasma Paz y solicitaron intervenciones telefónicas en base a “información de calle” por lo que pidieron la nulidad absoluta de esa prueba por falta de fundamentación y la caída de toda aquella otra prueba que tenga base en esas escuchas.
El abogado Fausto Yrure desmenuzó la investigación desde el inicio y aseguró que las intervenciones telefónicas que solicitó la brigada de Operaciones de la División Judiciales en el homicidio de Martín Fantasma Paz, en septiembre de 2012, derivaron en la causa por asociación ilícita y la vinculación de algunos de sus defendidos en hechos de homicidios. Explicó que Vienna fue el único juez que aceptó la intervención de esta Brigada y fue en la única investigación que trabajaron hasta su disolución.
Si bien la génesis de todo el caso fue el crimen de Fantasma, aseguró que no se profundizaron las pruebas que había. En el celular de Martín Paz había mensajes de una deuda con Diego Cuello, refirió el defensor y recordó que el padre de Paz dijo que la última comunicación que tuvo con esta persona fue la que lo hizo salir de la casa y a las pocas cuadras lo mataron. También encontraron vainas en el auto de Paz que no se supo qué pasó con ello y un dermotest positivo hecho a la víctima. El testigo presencial no reconoció a la única persona que la Brigada señaló como el asesino en sus informes. En el documento aseguraba que su cuñado, Claudio “Pájaro” Cantero, le había prestado 4 millones de pesos al Fantasma y se lo gastó. Por eso lo ajusticiaron. No hay prueba de un préstamo, dijo el defensor y agregó que los hermanos Cantero estaban como contacto en la agenda porque eran familia, pues la hermana de Fantasma era pareja de Pájaro.
Yrure destacó la coincidencia de la creación de la Brigada Operativa con la presentación del informe ante el juez Juan Carlos Vienna. Explicó que la Brigada estaba integrada con policías que habían pertenecido a Drogas Peligrosas y que fueron expulsados luego de múltiples irregularidades en investigaciones federales, dijo.
“Ese famoso informe del 22 de abril de 2013 afirma la existencia de una banda liderada por Monchi involucrados en varios crímenes entre ellos los de Fantasma y pide la intervención de los teléfonos asignados a Monchi, Milton César, Luis Bassi, entre otros”, sostuvo. Y agregó que adjudicaban el informe a la gran cantidad de información de calle que obtenía esta brigada. “Eran unos genios, o todos los otros funcionarios eran unos incapaces e incompetentes”, aseguró. La otra opción que dio es “que eran mitómanos, útiles para la invención de esta historia”.
El defensor recalcó que al juez nada de esto le hizo ruido ni lo profundizó, ordenó las intervenciones telefónicas sin fundamentación y solicitó la nulidad absoluta.
Pericia de voz
Yrure agregó que el sostén de las escuchas serían además algunos testimonios: dos mujeres que contaron en la instrucción cómo se producían usurpaciones, Luis Paz que acotó sobre el crimen de su hijo –caso que no se ventila en este juicio y el defensor recalcó que está impune y no importó esa investigación–, el testigo protegido Aron Tréves que luego se hizo famoso en unas escuchas con Germán Almirón –el ex brigadista de la División Judiciales y hoy detenido– pergeñando un plan para matar a Vienna, Diego R. un pibe que recibió un balazo y no quería venir a declarar, o Diego Cuello a quien el mismo día que llegó un informe de judiciales al Juzgado de Vienna donde decía que era narcotraficante, ordenó allanarlo en una chacra de Alvear por pirata del asfalto.
“Pero en juicio estos testigos coincidieron en el que el contenido de sus declaraciones anteriores ante el jefe de la División o el juez tenía agregados, en otros casos señalaron que ya estaban listas y los obligaron a firmarlas”, explicó el abogado. Para la defensa estos testimonios mostraron la coacción permanente a los testigos y la falsedad ideológica constante.
La Brigada
Para Carlos Varela lo expresado por su colega respecto a la Brigada Operativa es una muestra de obrar delictivo que se generó para perseguir a una presunta banda criminal. “Se creó una real asociación ilícita para supuestamente encontrar un asociación ilícita, ella es la Brigada Operativa”.
“Hay una ficción que es ver a sus integrantes como policías y suponer que las declaraciones de estas personas representan al personal policial. Nosotros no tenemos nada en contra de la Policía, es más la respetamos porque sabemos que muchas veces se juegan la vida, pero estas personas hace mucho que dejaron de ser policías, son delincuentes”, aseguró.
Habló de la situación política de aquel momento, del desembarco de las fuerzas nacionales, de la detención del entonces jefe de la policía provincial, describió a los integrantes de la división como intocables. “Los fiscales han creído que si lo tocaban, iban a debilitar esta causa y todos lo sabemos”, afirmó.
Hizo referencia a la vinculación de estos policías con Esteban Lindor Alvarado, “un condenado federal” y explicó que desde el ámbito nacional pidieron la disolución de la Brigada: “(Sergio) Berni pidió que la disolvieran porque sabían que eran delincuentes”.