Fue un sangriento recorrido el que hizo ayer a la madrugada un auto blanco, con vidrios polarizados y sin patente visible, que dejó al menos dos muertos y tres heridos en distintos puntos de la ciudad. El mortal raid cuyo móvil fue el crimen comenzó pasada la medianoche de ayer en barrio Municipal, donde un muchacho de 18 años fue asesinado a balazos y horas después, otro de 34 sobrevivió a un disparo en la nuca a sólo tres calles de distancia. Luego, la muerte se trasladó a la zona sudoeste, donde una mujer de 36 falleció por múltiples heridas de bala, y siguió hasta el microcentro, donde dos vecinos del Fonavi de Grandoli y Gutiérrez fueron atacados a tiros cuando salían del boliche Bonita en Mitre y Montevideo. Ambos, de 26 y 36 años, están grave, el más joven con muerte cerebral. El común denominador, según los investigadores, es que los plomos salieron del asiento de atrás de un Ford Focus blanco.
Los cuatro ataques perpetrados durante la madrugada de ayer son investigados por la fiscal de homicidios Dolosos Marisol Fabbro, quien ayer no brindó declaraciones pero por medio de su oficina de prensa hizo saber “que no se descarta ni se corrobora” una posible relación entre todos. Es que según distintos testimonios recolectados, los crímenes se cometieron desde el interior de un vehículo blanco.
El que se presume fue el último ataque de la sangrienta saga ocurrió minutos antes de las cinco de ayer en la esquina de Montevideo y Mitre, a escasos metros del boliche Bonita. Tres hombres y tres mujeres fueron atacados a balazos apenas salieron del local nocturno cuando caminaban hacia la camioneta en la que habían llegado. Un Ford Focus blanco con vidrios polarizados y cerrados que circulaba por calle Montevideo cruzó Mitre a baja velocidad y cuando estuvo a centímetros de los seis amigos abrió fuego. “Los tiros salieron de la ventanilla de atrás, del lado del acompañante. Ni siquiera la abrieron del todo, dispararon y se fueron”, dijo un testigo a El Ciudadano.
Un plomo le atravesó la mandíbula a Geremías Muñoz, de 36 años, quien quedó internado con pronóstico reservado. El otro hirió también en el rostro a Walter Mena, de 26, y su pronóstico no era alentador ya que al cierre de esta edición tenía muerte cerebral. Allegados al joven, domiciliado en barrio Municipal, dijeron que Walter había tenido una discusión en el baño del boliche, donde hubo insultos y amenazas, y que suponen que la agresión a la salida está relacionada a esa pelea y una banda vinculada al narcotráfico que domina la violencia en el Fonavi de zona sur. Al respecto, los mismos testigos dijeron que en julio, un grupo de “transeros” que según creen cuenta con apoyo policial les intentó sacar la casa, donde viven hace 50 años, para poner un búnker y que todo se agravó cuando le achacaron a Walter la muerte de un joven de 21 años, el Día del Amigo, para luego balearle el frente de su vivienda.
Un allegado al joven relató a este diario que el 21 de julio pasado recibieron 22 disparos en el frente de la casa, hecho denunciado en Fiscalía y atribuido a la banda del Teletubi. Y que luego, como no abandonaron la vivienda, recibieron siete disparos más por parte Martín L., el hijo de un policía que estuvo menos de 48 horas preso. Por último, dijeron que la propiedad fue alquilada, y una semana después les tiraron una molotov a los habitantes, que abandonaron el lugar. “Cada vez que la familia de Walter hace una denuncia, los investigan a ellos y los vuelven a atacar. Ya no saben en quién confiar”, agregó la fuente, que también mencionó el apodo de Chapita.
Barrio Municipal
Pero la saga del auto blanco había empezado mucho antes. La primera balacera fue a las 0.30 de ayer en Esteban De Luca 77 bis. Alberto Ruiz Díaz, de 18 años, jugaba al fútbol con varios amigos cuando desde el mencionado vehículo abrieron fuego. Los jóvenes comenzaron a correr por Esteban De Luca para huir de las balas, pero el auto los siguió y volvió a tirar. El muchacho murió a las tres de la madrugada en el Heca como consecuencia de los disparos que le impactaron en el tórax y en las piernas. Pese al hermetismo que rodea estos casos, los vecinos aseguraron que la víctima no estaba metida en ningún problema y suponían que los destinatarios de las balas eran otros y que el joven ligó de rebote.
Ayer al mediodía, se disputaba un partido de rugby en el Parque del Mercado, el polideportivo de la zona, donde la organización Botines Solidarios enseña el deporte a los jóvenes.
Leandro Lobrauco, referente de la organización, relató que ayer a la mañana, cuando fueron al barrio a jugar, se desayunaron con la noticia de la muerte de Cachi, apodo de Ruíz Díaz. “Era amigo de los chicos que jugaban con nosotros y siempre amagaba con sumarse. Yo vi a los amigos y a los familiares desconsolados”, destacó Lobrauco, que desde hace tres años trabaja con los pibes del barrio.
Más balas
El segundo destino del auto blanco fue a unas tres calles del primero, en Sánchez de Thompson 34. Según testigos, Carlos Daniel Flores, de 36 años, compraba cigarrillos cuando recibió un balazo en la nuca. Si bien no dieron cuenta los testigos de cómo fue la balacera, los investigadores ligan el ataque al anterior.
También afirman que en ese raid fue baleado el frente de una panadería ubicada en Colón al 3800.
La tercera balacera fue en Aurora y Castellanos en la zona sudoeste. Érica Reynoso, de 36 años, se encontraba con un hombre de 34 cerca de su casa tomando una cerveza cuando el auto blanco pasó y desde el interior dispararon. La víctima recibió siete balazos en la zona del tórax y piernas y llegó muerta al Heca, donde también le diagnosticaron heridas de arma blanca.
Fuentes del caso dijeron que la mujer asesinada tenía un hijo detenido en la seccional 18ª, en la misma jurisdicción en la que fue atacada, y que tras el crimen, unos 50 vecinos del barrio arrojaron piedrazos a al menos cuatro patrulleros que intentaron ingresar al lugar.
“No pudimos obtener más datos porque unas cincuenta personas atacaron y rompieron al primer móvil policial que llegó al lugar”, informó un vocero policial que agregó: “A otro móvil que llegó después le pasó lo mismo”.
Las fuentes agregaron que solo pudo ingresar una “chata” en la que los vecinos cargaron a la mujer herida, que estaba inconsciente, y que aparentemente murió cuando la trasladaban al hospital.
Seguidilla fatal
En los últimos meses el Parque del Mercado, el lindero Municipal y una zona de barrio Tablada fueron escenario de seis crímenes –y ataques que dejaron al menos quince heridos– que los pesquisas tabulan en el marco de un mismo enfrentamiento por territorio, al que no son ajenos el tráfico de drogas y la interna de la barra de Newell’s.
La última balacera fue el 14 de setiembre en el Fonavi de Alice y Lamadrid, que si bien no dejó heridos, generó un enfrentamiento con la Policía ya que los agresores tiraron frente a la Policía que custodiaba la escuela ubicada frente al Fonavi.
El 3 de agosto, Hernán C. de 42 años fue baleado en Isola al 300 bis. En Isola y Maestros Santafesinos, en la noche del 20 de julio Iván García, un pibe de 21 años fue asesinado. Antes Mariela Miranda fue ultimada el 11 de marzo en Uriburu y Ayacucho; Eugenio Solaro, el 1º de mayo en Ayacucho y Ameghino; Leonel Sánchez el 17 de mayo en Lamadrid y General Paz; María Cristina Núñez el 4 de junio en Sánchez de Thompson al 100 bis, y Nora Oroño en Regimiento 11 87 bis el 22 de junio.
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