Edición Impresa

Soberanía o dependencia

“Una pelea de David contra Goliat”

Kicillof renovó críticas a fondos especulativos y evaluó que la Argentina mantiene una lucha despareja con el sistema financiero internacional.


El ministro de Economía, Axel Kicillof, renovó sus críticas hacia los fondos buitre al sostener que “son un instrumento privatizado de presión sobre los países” y evaluó que la Argentina mantiene “una lucha de David contra Goliat” contra el sistema financiero internacional.

“Los buitres son un instrumento privatizado de presión sobre los países. Lo que no nos puede hacer el FMI, lo que la embajada (de Estados Unidos) no puede, no quiere, no se atreve a hacer, queda en manos de los buitres”, criticó el funcionario.

En este sentido, aseguró: “Es una lucha de David contra Goliat, la Argentina contra el sistema financiero internacional, en su versión más deleznable” y subrayó que “el default de 2001 fue la máxima expresión y el resultado de la política de endeudamiento que se aplicó en el país y en el mundo”.

De ese modo, ejemplificó que “lo que ocurre hoy en Grecia permite ver cómo llevan a los países a endeudarse cada vez más, con un objetivo que no es cobrar”.

En una entrevista con el diario Página 12, Kicillof se quejó de que el país tiene una puja con “lo más concentrado, lo más retrógrado, lo más conservador y al mismo tiempo lo mas especulativo del sistema financiero internacional”.

El funcionario insistió en que el conflicto que el país mantiene con los holdouts “puso negro sobre blanco cómo son esas relaciones financieras y qué le exigen a los pueblos”. Y agregó: “La cuestión de los fondos buitre condensa temas centrales de la historia argentina como la soberanía o la dependencia”.

“Hoy se está viendo en Grecia, pero la Argentina lo vivió muchas veces, llegó a naturalizarse”, advirtió el ahora primer candidato a diputado por Capital Federal por el Frente para la Victoria.

Kicillof consideró que “cuando se acerca un vencimiento de deuda y un país no tiene los dólares, está obligado a pedir no que le presten más sino que le presten a los acreedores para no ir al default, y con cada nuevo empréstito, llegan las condiciones”.

“El gran éxito que ha tenido esta política es que por reducción al absurdo logramos denunciar este escándalo a escala internacional y atraer la atención de todos los países, mostrándoles el espejo de su porvenir”, destacó.

Por otro lado, analizó la economía y resaltó que “ganó más plata el que puso un peso en el banco que quien compró un dólar”, al tiempo que subrayó: “Esto hay que sostenerlo desde el punto de vista de las políticas económicas”.

En ese escenario, consideró: “Cuando nosotros desendeudamos al país lo volvimos más fuerte, más estable, menos vulnerable a esas corridas que nos tratan de hacer todavía hoy y van a fracasar de nuevo, a medida que se sostenga la independencia económica, la soberanía política y la justicia social”.

Resaltó también el proceso de reindustrialización y sustitución de importaciones de los últimos años, y su consecuencia en la balanza de pagos.

Comentarios