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Una multitud recibió a Francisco en las calles de Río de Janeiro

El Papa se dirigió en un auto pequeño desde el aeropuerto Galeao hasta la Catedral carioca. En su recorrido recibió el saludo de miles de fieles que lo saludaban y por momentos dificultaron su camino. Luego hizo un recorrido acotado en el papamóvil por el centro de la ciudad y se dirigió hacia el Palacio de Guanabara donde se reunirá con la presidente Rousseff que ya lo había recibido en el aeropuerto.


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El papa Francisco arribó al aeropuerto internacional Galeao-Antonio Carlos Jobim de Río de Janeiro, donde presidirá la Jornada Mundial de la Juventud, que congregará a 2 millones de jóvenes de todo el mundo, dando inicio a su primer viaje internacional.

El avión (un Airbus A330 de la compañía Alitalia) aterrizó a las 15.40 en suelo carioca y casi 20 minutos después se lo vio bajar sonriente las escalinatas, junto a su comitiva.

En la aeroestación fue recibido por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; el arzobispo de Río, Orani Tempesta; y el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Raymundo Damasceno, entre otras autoridades.

Jóvenes de distintas nacionalidades lo esperaban también en el aeropuerto entonando canciones como “Esta es la juventud del papa” y el himno oficial de la jornada mundial.

Alegre, distendido y risueño, el papa argentino Jorge Bergoglio recorrió dialogando junto a la mandataria de Brasil la alfombra roja dispuesta especialmente desde las escalinatas del avión y saludó uno por uno a la comitiva oficial que lo esperaba.

Tras un encuentro privado de pocos minutos con la mandataria en el interior de la aeroestación aérea, el papa abordó un automóvil cerrado color gris plata que lo trasladó, en un primer momento, hasta la catedral de Río.

Allí abordó un “papamóvil” descubierto y realizó un recorrido de 10 cuadras por las calles céntricas de Río, para tomar el primer contacto con los miles de jóvenes que ya lo aguardan.

Antes de salir, advirtió que la crisis mundial está haciendo mucho daño a los jóvenes y que se corre el riesgo de que haya una generación que nunca ha tenido trabajo.

A bordo del avión que le lleva de Roma a Río de Janeiro con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco se reunió con los periodistas de todo el mundo que lo acompañan en este vuelo.

“Este primer viaje es para encontrar a los jóvenes, a los que quiero encontrar no aislados, sino en medio del tejido social. En sociedad, ya que cuando aislamos a los jóvenes les hacemos una injusticia pues les quitamos la pertenencia”, añadió el Papa.

“La crisis mundial no ha generado buenas cosas para los jóvenes. La semana pasada examiné el porcentaje de jóvenes sin trabajo. Corremos el riesgo de tener una generación que no ha tenido jamás un trabajo”, agregó.

Además, el Sumo Pontífice defendió el papel de los ancianos en la sociedad “a menudo víctimas de la cultura del rechazo”, dijo.

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