La esquina de las calles Zeballos y Entre Ríos, a escasos 15 metros de la Universidad Tecnológica Nacional, suele convertirse para vecinos, estudiantes y docentes en un foco de olores nauseabundos y contaminación ambiental.
Porque, a juzgar por diversos testimonios recogidos por este diario, negocios de la zona y algunos vecinos desaprensivos arrojan en la calle y la vereda todo tipo de residuos, restos de alimentos incomibles y otras basuras contaminantes que constituyen un verdadero punto de infección y contaminación. Anteayer, desde la madrugada y durante todo el día, el lugar era intransitable y muchos vecinos se quejaron de los olores insoportables.
No es la primera vez que sucede. Mientras tanto, las autoridades municipales pertinentes parecen o no haber tomado nota del hecho. Los funcionarios deberían ser más rigurosos en el cumplimiento de la norma; por caso, los comercios que manipulan alimentos están obligados a contratar un servicio privado de recolección de residuos.
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